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domingo, 22 de enero de 2012

The Boedo manifesto


Escribo como un deber. Pensado como una obligación que tengo que cumplir antes que sea demasiado tarde y poder descansar, al menos, más tranquilo. Hablo de un sentimiento, en este caso de San Lorenzo. Los próximos seis meses serán los más importantes en los últimos 20 años por lo menos. La Promoción, la bendita palabra que martirizó por Núñez con la peor consecuencia, aparece en acción. Un equipo, mediocre técnicamente, donde Madelón hace lo que puede y no lo que quiere, enmarcado en una crisis institucional ya sea desde lo financiero, social y dirigencial, esto último el gran flagelo que ataca a San Lorenzo en los últimos tiempos.Responsabilidad compartida con el socio, quien eligió a Rafael Savino en dos oportunidades como presidente, sabiendo o no, el proceso de vaciamiento y ausencia de políticas a mediano y largo plazo en el club. No interesó o se prefirió llevarse por el buen trabajo mediático para sostener la imagen de Savino, orden ejecutada desde la calle Viamonte. Pecado de la oposición de no capitalizar los errores, en demasía, de la gestión savinista, lejos, lejos, la peor que estuvo en Boedo. Cuando hubo posibilidades de cambio, el socio, tampoco quiso. Llegó Abdo, el tipo que fomentó y puso guita en esa aventura llamada Santiago Solari, Andrés D´Alessandro, Bergessio, Jonathan Santana y tantos otros, tantos espejitos de colores que finalmente al club le dieron migajas. Nadie se acordó.

Todos pensaron que llegaba Papá Noel con los dólares, y problema solucionado. Una alianza tripartita con Jorge Aldrey y Carlos Datria que terminó como suelen terminar las alianzas en estos pagos. Besos, abrazos y promesas de amor eterno antes de las elecciones, y luego, con el poder, ante la primera –mala- todos se abren de piernas y surgen las diferencias, que siempre estuvieron pero antes se tapaban por conveniencia. Así, Datria otra vez renunció, como también había ocurrido en la primera gestión de Savino y Aldrey, luego involucrado mediáticamente con un sobreprecio en la contratación frustrada de Osmar Ferreyra, ahora en Independiente, ya no tiene ni voz ni voto en la mesa chica dirigencial de San Lorenzo. Abdo, solo. Perdido y solo. Peor aún.

Lo grito, la necesidad de expresarme aflora sin pensarlo, veo una realidad injusta, cruel, pero que cada uno es responsable, por pensar en que lo mágico existe en el fútbol, que los proyectos no sirven. En estos meses, San Lorenzo jugará una partida por su destino. De sus dirigentes, nada puede esperar. Incapacidad, verso y mentiras, ah, además de seguir aumentando el pasivo con contrataciones que ni pueden pagar, como caso Ortigoza y Méndez. No me pongo en la postura de pobre San Lorenzo, qué mal que le hacen. El socio puso su voto y decidió seguir con la joda. Las inferiores destruidas, el club vacío, las actividades federadas en un colapso sin precedentes. Y algunos piden a Tinelli. Pelotudos hay en todos lados. San Lorenzo, crónica de un final anunciado. Ya se sabe. Ni quiero decirlo. El deber está cumplido, dije lo que me brota en la piel, lo que veo y no puedo callar. Hay que construir alternativas en el club, repensar cómo nos sacamos de encima a estos tipos, que no les importan un carajo los colores.

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martes, 26 de julio de 2011

Grondona, el anticipo por el poder

Anotemos. 25 de julio, fecha en que el fútbol argentino decidió la implementación del nuevo torneo de Primera División, incorporando un sector mayoritario de la B Nacional para cumplimentar el pedido de una mayor federalización, una problemática que pertenecía al apéndice teórico de Daniel Vila, el rival de Julio Grondona en las próximas elecciones de autoridades que designarán al propietario del sillón de Viamonte, con el mismo dueño desde 1979, nunca olvidemos. Las propagandas de #chaugrondona, vía Twitter y difundidas por el canal América, donde Vila, Manzano y De Narváez son propietarios, llegaron a la vista y oído de todo pasa, desde ahí empezó el operativo 40. La conservación del poder como eje político principal, a cómo de lugar. Mantener la iniciativa política como religión.

Bien lo ha dicho Juan Pablo Varsky, Don Julio le vende hielo a los esquimales. Es un animal político que entiende la coyuntura imperante de un modo excepcional, liberando cualquier atadura ideológica, la preeminencia del poder, el sentirse que maneja todo, lo obnubila. Así podemos entender su proceder. Esta tirada de tablero, con el aval del Gobierno nacional, que finalmente es el que pondrá la plata, tiene como objetivo neutralizar a Vila, un personaje con singular prontuario. Aclaramos, acá nadie mea agua bendita. Disculpen el exabrupto pero no podría señalar este paralelismo con tanta precisión. Pensemos la jugada, la salida de Sergio Batista como entrenador de la Selección Nacional aparecerá en segundo plano en la faz mediática. Las falencias de la AFA sobre este tema quedarán impunes, los responsables, absueltos y la gilada hablando de que River asciende sin jugar, que esto, que lo otro. Circo, puro circo. Desde la órbita política, una jugada brillante. Dignidad a los dirigentes de Racing, Vélez, NOB y All Boys que se abstuvieron de votar este mamarracho hecho proyecto. A los otros, apretados por el bolsillo, amén de incapacidades en la gestión, de gastar más de lo que se puede, asienten con la cabeza. Llegó la nueva solución. No será la última, se los aseguro.

Queridos lectores, voy a hacer una promesa en las próximas líneas: no hablaré de proyectos serio por al menos dos años, citando al tristemente célebre Luis Barrionuevo. No tiene sentido. Me siento un verdadero tarado, utópico, al que se le cagan de risa en la cara. A los estudiantes de ciencia política, a los que profundizan en las nociones del hombre y el poder, a los que leen Hegel, Foucault, Sartre y Maquiavelo miren a Julio Grondona, práctica pura en sus narices. Siempre él. El fútbol argentino mira desangelado, una estocada más a su corazón. No será la última, se los aseguro.

domingo, 24 de julio de 2011

Copa América: celeste, nomás.

Los hechos suceden y hay que comprenderlos como la acumulación de acciones que decantan en un espacio y contexto determinado. Uruguay es campeón de la Copa América por mérito propio, donde sucedió la conjunción de un cuerpo técnico eficiente, con espaldas anchas, y un grupo de personas, no ya futbolistas, que comprendió en plenitud lo que representa vestir la camiseta de tu país. Sí, hay momentos personales fantásticos. Luis Suárez es el estereotipo del delantero moderno. Va por afuera, por dentro, olfatea el gol como nadie, se genera sus propios espacios y en los tiempos libres da asistencias. En Liverpool se frotan las manos. Lo del Ajax, liga menor, hay que decirlo, no podía ser un espejismo. Diego Forlán, luego del Zairagate, es el emblema de todo lo bueno que le pasó a Uruguay desde Sudáfrica 2010. Sin un presente alentador en Atlético Madrid, cuando se pone la Celeste se transforma, es otro, es el conducto. Si Forlán anda, Uruguay se levanta y camina como cual Lázaro en pasaje bíblico. A Edinson Cavani, el goleador del Nápoli, lo traicionó una molestia física y se perdió parte importante, una lástima, le hubiese dado mayor relieve técnico a este equipo. Suárez, Cavani y Forlán. Tres como ellos no hay.

Lo dijimos, hay un contexto determinado con tres futbolistas sobresalientes. Hay un equipo de hombres también. Admito mi falta de apego a un jugador como Diego Pérez. Es el motor. Pero pega y mucho. A veces con mala intención. Una lástima. Lo de Egidio Arévalo Ríos, nombre uruguayo por donde lo mires, es otra cosa. Vital en la final, se lo deglutió en un ratito a Ortigoza y robó espacios, pelota, todo, lo que pasara por delante de la línea defensiva. Sin marketing pero con un alma gigante, más que el Monumental. Los dos Álvaros, Pereira y González entienden a la perfección lo que indica Tabarez: orden, orden y más orden. Soldados de la causa. Al igual que la defensa. Maxi Pereira, de enorme campeonato y no tan valorado, la dupla Lugano y Coates (padre e hijo hablando futbolísticamente, la garra charrúa personificada en dos personas) y Martín Cáceres, similar a Forlán, la rompe en la selección y en los clubes donde estuvo jamás pudo asentarse. El arquero, Muslera sigue esta línea. De dudosa capacidad, basándonos en sus temporadas en Lazio, en Uruguay es amo y señor del arco.

Los dirigentes uruguayos, alguna vez, deberá dar el salto de grandeza y reposicionar a su propio fútbol en la vanguardia en América como una vez tuvo. No pensemos que la final de Peñarol marca una nueva época. El fútbol en Uruguay se desangra por las partidas de jóvenes valores a otros sitios. Si se desea que este proceso en la Mayor continúe de forma fructífera, habrá que arremangarse la camisa y potenciar al fútbol de cada fin de semana, otorgar infraestructura adecuada a las selecciones menores. Los resultados están. Miremos al Sub 17 y 20. Hay excelentes indicios pero se exige una planificación adecuada pensando en las próximas generaciones.

Uruguay campeón. Un pueblo celeste que estará festejando aquí, en Núñez, en Montevideo, en todo el país, orgullosa de un equipo que los representa, que los hace felices. El cuarto puesto en Sudáfrica no fue sorpresa. Hoy, un Monumental teñido de un solo color, como el cielo, dio sobradas muestras que en esos once, hay algo, ese algo que este post intentó explicar.

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domingo, 26 de junio de 2011

River a la B: un dolor que se sana desde hoy

De mis viejos siempre aprendí algo insustituible, algo que no encontrás en un manual, libro ni nada por el estilo. Comprendí la importancia de ponerse en el lugar del otro, cómo tus propias acciones pueden repercutir en el prójimo. En esa situación de traslado, uno entiende el dolor del hincha, el genuino, el tipo que trabaja, estudia y ve en River un motor fundamental en su propia vida, un amor que no se corrompe ante ningún interés de por medio. El descenso, mojón en la historia de este club que es demasiado grande, demasiado, algo que jamás entendieron sus dirigentes, los cuales fueron votados por los socios, vale aclarar, marca el quiebre, la refundación en todas sus esferas. Se pisó fondo, se llegó hasta este límite desconocido.

La imagen del final habla por sí misma, futbolistas, jóvenes, llorando, mirándose extrañados, sin responsabilidad del desguace comandado por José María Aguilar, Mario Israel y su Comisión Directiva, un barco a la deriva que Passarella no supo enderezar, con decisiones también equivocadas, como futbolistas que no rindieron (Rojas, Canales, JM Díaz, Bordagaray, Caruso, Arano) y técnicos no acorde a la situación como Ángel Cappa y Juan José López. JJ desbarrancó, desde aquella derrota ante All Boys perdió el rumbo. Y la obstinación no trae éxitos, está comprobado. Passarella prefirió confiar que ese fantasma llamado descenso no golpearía la puerta. Que una solución mágica, reordenaría todo. No hubo caso. Esto no debe significar la salida de Passarella, el mandato de los socios deberá cumplirse, una culminación en otro gobierno generaría mayor caos, no me caben dudas.

Desde hoy, a las cinco de la tarde, River deberá revalidar su grandeza. Desde el plano dirigencial comprender que la B Nacional es un torneo con características particulares, el cual merece profesionales que sepan desmenuzar cada paso en este certamen. No repetir el ejemplo de Central, que pena en una categoría que le es disímil a su historia y pensó que la A era lo mismo que la B. Error. Sí, el dolor está demasiado presente para hablar del futuro. Sin embargo, el dirigente debe enfriar el corazón y repensar qué se hizo mal y entender que esta institución, bisagra en la sociedad argentina merece otro lugar y actuar en consecuencia. Basta de caprichos e ineptitud.

Le hago caso a los viejos. Me pongo en el lugar del hincha, que llora en silencio, que no encuentra respuestas, que observa todo oscuro. A ellos, el acompañamiento. De ellos, también dependerá el futuro. En River hay jóvenes con mucho futuro que ligaron un presente desafortunado, producto de otros que siguen en la impunidad, en otros países, como si fuese un premio. Cirigliano, Lamela, Pereyra, Affranchino, Lanzini, Funes Mori, González Pirez, el futuro está, el que quiere a River deberá apoyar y confiar en ellos, que son los únicos que permanecerán y quieren una revancha en su vida profesional. Una revancha que será para todos.

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jueves, 23 de junio de 2011

El error como denominador común: Huracán a la B

Quizás todo lo que haya sucedido en este tiempo tenga su identificación con aquél suceso. Larrivey, Monzón en el piso, Moralez definiendo y el festejo interminable. La ilusión desvanecida, rota, la mística de ese gran equipo que se fue dando instantáneamente borrada en un puñado de segundos. Huracán jamás pudo recuperarse de ese golpe. El rápido desmembramiento de ese plantel, con Pastore y Bolatti a la cabeza, fue la punta de lanza del descenso, lógico, tras temporadas paupérrimas, donde no escapó de los últimos puestos. Roberto Pompei, en este Clausura, poco pudo hacer con un plantel plagado de juveniles que salieron a dar la cara en el peor momento. No alcanzó.

Huracán pena por las pésimas gestiones dirigenciales de los últimos 15 años, que lo han sumergido en un derrotero interminable con la pérdida de prestigio correspondiente. Hoy las páginas de los diarios mostrarán a chicos llorando, surgidos de unas inferiores que le dieron mucho al club en la cancha y también en dinero producto de transferencias, un ingreso que nunca se vio representado en mejoras para la institución, ya digo desde la faz estructural o al menos en la conformación de planteles profesionales aptos para representar dignamente la historia de Huracán en nuestro fútbol. Al igual que en el caso River, los verdaderos responsables se generan a través del pasado y están ocultos, bien ocultos. La impunidad, también.

Ojo, no desconocemos los errores del actual presidente Carlos Babington, cuya ausencia de aciertos en política de contrataciones es visible e indiscutible. La planificación al voleo, arriesgar en lo que se compra y no generar políticas de autoabastecimiento progresivo desde las inferiores decantaron este final, plagado de jóvenes que asoman en la máxima categoría con un descenso y demasiadas responsabilidades en la mochila para su edad. Huracán vive un peregrinaje nefasto que lo hunde cada vez más. Pasan los presidentes, comisiones directivas, futbolistas, todo, todo pero el club sigue cayendo al vacío.

El descenso de categoría implica un repensar absoluto. Como decía mi abuela, barajar y dar de nuevo. Sabias palabras expresadas por Pompei, luego de consumada la derrota en el desempate ante Gimnasia: a Huracán nada le servirá subir de vuelta a Primera si no establece sostenes firmes, si no encuentra una reformulación coherente, innovadora sobre lo que anhela como institución. Dar las discusiones acerca del modelo de club que se necesita, encontrar en el debate mismo de los socios argumentos para la búsqueda de soluciones. Sin eso, no se modificará la matriz, el corazón de un proceder que ha sido negativo desde todo punto de vista. Al principio aseguraba que ese triunfo de Vélez había sido el generador de todo esto. Hay un poco de razón pero hay que escarbar mucho más, no quedar satisfecho por un hecho en particular, más allá de la importancia que tenga. En la profundización de la problemática localizaremos más causas del por qué este presente.



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miércoles, 15 de junio de 2011

No pudo ser: Russo se fue de Racing

Miguel Ángel Russo no será más el entrenador de Racing. Reunidos con él, los hombres claves de la dirigencia académica (Molina y Podestá), decidieron la no renovación del vínculo con el ex Boca, Central y otros. Los resultados no fueron los esperados, el rendimiento quizás. Observando con perspectiva, ya al cierre del torneo, vemos como muy particular el paso de Racing en este Clausura. Con muchos ingredientes en el devenir del campeonato, con derrotas varias, algunas injustas considerando fallos arbitrales en contra y en otras, plasmando una superioridad marcada sobre el rival sin sacar la diferencia en el resultado final. La intención estuvo desde siempre, proponer y no esconderse. Fallaron variables, entre ellas la fortuna.

Al inicio la lesión de su mejor jugador, Gio Moreno, compensada en cierto modo por el andar eficaz de su compatriota Teófilo Gutiérrez, otorgando su cuota goleadora, un déficit en los últimas campañas de Racing; actuaciones sobresalientes pero salteadas tanto de Hauche, Toranzo, Licht, Pillud y Yacob, por citar ejemplos; interesantes momentos de juego colectivo; ausencia de un referente de peso en la defensa que pegue un par de gritos en los momentos turbulentos y dos arqueros que, cuando tuvieron su oportunidad, jamás brindaron la seguridad requerida. Una mixtura de circunstancias.


La derrota el lunes ante Godoy Cruz por 3 a 2, luego de ir 2 a 0 a favor, fue una síntesis del desenvolvimiento de la Academia en este torneo. Un primer tiempo lúcido, con un gran nivel de juego y luego un bache anímico que decanta en fortaleza del rival que se anima y termina encontrando fisuras en la estructura constituida por Russo. El volumen de fútbol no puede trasladarse en la plenitud de los minutos, son pasajes exiguos que no le han brindado los puntos que merecía. Además, las desinteligencias las pagó muy caro. Como caso lo sucedido con Roberto Fernández y su pase rápido a Pillud que determinó el penal del Tomba.


Russo se despide de Avellaneda dejando un plantel con buen caudal técnico, una idea de juego más o menos clara y esperando el retorno para el próximo semestre de Gio Moreno. El próximo entrenador no deberá arrancar de cero. Sí ser minucioso en el ojo para incorporar en los huecos donde hace falta, continuar la búsqueda de juveniles y otorgarle sustentabilidad a las intenciones futbolísticas generadas.


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domingo, 12 de junio de 2011

Las 5 Claves de Vélez campeón

Abundancia. Variantes en todas las líneas, fortalecidas por un proceso de continua llegada a la Primera de jóvenes surgidos en las divisiones inferiores. Eso no se consigue ni de un día para el otro, debe existir una voluntad política manifiesta en ejecutar un proceso que no rinde dividendos al corto plazo. Razzotti, Canteros, Bella, Ricky Álvarez, Tobio y los que vendrán. Y cuando hay que sacar la billetera, posicionarse en futbolistas que puedan funcionar de modo óptimo. Silva, Zapata, Moralez, Ramírez y Augusto, por nombrar algunos. La combinación ideal, foguear a los más chicos con tipos de experiencia que les hacen más fácil el camino a transitar.

Un gran arquero. Sin los reflectores de otros, sin llamadas a la selección pero con un enorme Clausura. Una partecita de este título de Vélez se lo debe a Marcelo Barovero, antes suplente de Germán Montoya y hoy titularísimo en el conjunto de Ricardo Gareca. Sólido, buen manejo de pelota y el juego aéreo y excepcional en el mano contra mano, efectuó en rendimientos la premisa de un equipo que ataca continuamente: cuando te lleguen, en escasas oportunidades, responder acorde. La fecha anterior en la victoria ante Godoy Cruz, clave en la consagración, tras la eliminación copera, apareció en toda su dimensión cuando el encuentro estaba en cero y las dudas surgían en el Amalfitani.

Silencio, hombre trabajando. Ricardo Gareca no la tuvo fácil. En una época circuló el rumor de cierto malestar en el plantel, los resultados no estaban ayudando y el nombre de Omar Asad aparecía como un posible reemplazante. Pero Gareca siguió fiel a su idea, a su voluntad. Su vocación de fútbol ofensivo, el intentar siempre ejercer hegemonía en el juego y no vivir este deporte con miedo dio sus resultados. Seleccionó jugadores acorde a su filosofía y sobre todo les brindó paciencia y comprensión a los juveniles. Los supo esperar. Hoy tiene su premio. Aplausos para el Tigre, uno de los mejores técnicos de la Argentina.

Tres que valen mil. Moralez, Martínez y Silva. El triángulo de talento en este Vélez campeón. Maxi pone el pase magistral, el razonamiento del juego segundos antes, Juan Manuel la habilidad del potrero, la potestad de sacarse tres tipos de encima sin pestañear y Santiago la voracidad del goleador, esa ubicación siempre perfecta para que la pelota termine en la red. El fútbol se elabora en grandes sociedades, que surgen espontáneamente y tienen la importancia de seguir madurando con el tiempo. Éste es un gratificante ejemplo.

Las tres patas. Hablamos de los jugadores, del cuerpo técnico y resta la dirigencia, un ejemplo de seriedad, honestidad y vocación por continuar el legado de Pepe Amalfitani. Vélez, como club, a excepción de ciertas actitudes criticables de su público, significa la excelencia como modelo deportivo. La prolongación de un proyecto sustentado fue generando dividendos a lo largo de estos años. Una economía estable, un patrimonio propio en ascenso y un futuro promisorio por dónde se lo mire.

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miércoles, 18 de mayo de 2011

Passarella vs Grondona

La temperatura en alza, las repercusiones del Superclásico todavía latiendo en la opinión pública y una reunión de Comité Ejecutivo que prometía discusiones acaloradas. “Vos tenés que dar un paso al costado, tenés que renunciar”. Toc, toc, tocó la puerta el escándalo. Daniel Passarella, presidente de River, increpó duramente al titular de AFA, Julio Grondona, requiriéndole la renuncia. Sí, decirle en la cara que se vaya al mismísimo Todo pasa, amo y señor del fútbol argentino desde 1979. Las esquirlas todavía se sienten desde la calle de Viamonte. La labor de Patricio Loustau en el encuentro del domingo, con tres penales no cobrados al equipo de Núñez fue la frutilla del postre.

Passarella, visiblemente ofuscado y contrariado por el cómo se perdió ante Boca y el desempeño del árbitro cargó sobre Grondona, dejando al club que preside al borde de la ruptura con AFA. El tema de la Promoción acecha y el Kaiser cargó con furia a la cúpula dirigencial del fútbol argentino, de pensamiento similar a los conceptos vertidos por el actual vicepresidente de FIFA. El clásico, “sí, Don Julio”. Tan nefasto, tan repetitivo en todas las dirigencias del fútbol argentino.


La excepción llamaba a la sospecha. Passarella, quien no presenciaba reuniones del Comité Ejecutivo desde diciembre, dijo presente y no se calló nada. No sólo Grondona. Hubo otros que también ligaron. Juan Carlos Crespi, vicepresidente de Boca, al requerirle mayor presencia en las reuniones de Comité, fue cortado en seco. “Vos no existís. Yo jugué 30 años al fútbol y ustedes ni siquiera se pusieron un pantalón corto, así que no me vengan a hablar”. Lapidario. No obstante, a modo de crítica no habrá que naturalizar el concepto de que para hablar o decidir sobre fútbol hay que haber pisado inexorablemente una cancha de manera profesional. Esa mirada coercitiva para aquél que no cumpla los parámetros propuestos tampoco otorga la pluralidad que un dirigente de máximo nivel en un club con tantas funciones sociales como River debe desarrollar. Al totalitarismo no se lo ataca con la misma medicina.


Del otro lado tampoco se quedaron quietos. La representación de Quilmes, le recordó su silencio cuando Ortega en 2007, tras una severa falla arbitral, metió un gol con la mano en el estadio del Cervecero, que luego descendería. Otros, como Germán Lerche de Colón también le exigió al campeón mundial en 1978 que participara más de las reuniones dirigenciales y que conozca en mayor profundidad los temas administrativos de la AFA. Palo y palo. Como un partido de tenis.


Passarella, en declaraciones a Clarín, manifestó su deseo de “defender al hincha porque se sintió robado. Lo del domingo fue vergonzoso”. Se abrió un frente de tormenta en la AFA y de pesos pesados. Está River en el medio, su voz principal le dijo que se fuera a Grondona. Una reunión protocolar de Comité Ejecutivo terminó en un duelo verbal que seguirá generando temblores. ¿Será el principio del fin?


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miércoles, 27 de abril de 2011

Proyecto...proyecto...¿Qué proyecto?

Hacemos la pregunta. La respondemos. San Lorenzo atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia. Con pago de deuda altísimas en el corriente ejercicio financiero y con un activo, en materia de futbolistas, sin un gran poder de reventa. Podríamos mencionar como excepciones a Jonathan Bottinelli, aún sin resolución con la deuda que no se le pagó a su anterior club, Sampdoria, Juan Carlos Menseguez, Néstor Ortigoza y poco más. Ante la salida de Ramón Díaz, un técnico heredado de la antigua dirigencia lo refute quien lo refute, Carlos Abdo debe encontrar en una persona, un técnico, cuál será el proyecto futbolístico de San Lorenzo aquí en adelante. Una decisión que se podría extender si la dupla Tojo-Veglio obtiene un buen resultado en el clásico ante Huracán. Los próximos resultados le marcaran la cancha a Abdo y su Comisión Directiva. Si la búsqueda se acelera o los tiempos serán diferentes para elegir una opción que cuente con el mayor consenso de los directivos, situación que hasta el día de la fecha parece irrealizable.

Nombres y más nombres, desde Madelón, pasando por Cagna hasta el apellido de un tal Maradona asoman sobre la mesa de los dirigentes azulgranas. Lo prioritario y más en una medida de esta índole es determinar cuál es el camino a seguir. Indispensable, básico, al sentarse a negociar. Resulta alarmante la extensa variedad de técnicos en el candelero, al menos genera la sensación de que no se sabe qué se pretende. El contexto imperante del club demanda la labor de un profesional que a través del trabajo en la semana adquiera el mayor rédito de sus dirigidos en el campo de juego. Exprimir al máximo ciertas individualidades talentosas con las que cuenta San Lorenzo como Menseguez, Ortigoza, Salgueiro y Velázquez, incluyendo un período de inserción concreta de jóvenes valores surgidos en las inferiores, deduciendo que para paliar la grave crisis económica que atraviesa la institución, se precisa fortalecer a los juveniles con rodaje de Primera para así alcanzar réditos en materia de transferencias, amén de profundizar otras fuentes de ingresos, ya sea por publicidad o mayor caudal de asociados. No es todo tan simple, ni mucho menos.

Los dirigentes de San Lorenzo, más que nadie, agudizan los sentidos pensando en el estado complejo, en materia de números, con el que conviven diariamente. Se deberán reestructurar las políticas en materia de fútbol que se han tomado en los últimos años, es decir, pedir préstamos de jugadores que permanecen un rato y se van más que promoviendo juveniles, las épocas de grupos empresarios, donde también estaba Abdo, vale aclarar, que hicieron sus negocios en el club y se fueron sin dejarle un peso, esa creencia, falsa, que los resultados llegarán de modo milagroso. En el fútbol, de eso, hay muy poco. Trabajo, honestidad, capacidad y por sobre todo grandeza para calzarse un buzo nada sencillo. Asignaturas que deberán buscar sí o sí Abdo y lo suyos, quienes están a tiempo de encarrilar este proyecto llamado San Lorenzo. Abdo, como cabeza, en la decisión que tome jugará parte de destino como presidente. Las recetas mágicas no brindaron los resultados esperados. El pasado nos lo dice.

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miércoles, 23 de marzo de 2011

Martín Palermo, una voz que hacía falta

Y habló Palermo. La situación crítica que vive Boca, con apenas 4 puntos en este Clausura y el probable fantasma de pelear puestos de Promoción en el próximo campeonato ameritaba la palabra de uno de sus caudillos. Sólido en materia argumentativa, el 9 ahondó en cada concepto una profundización digna de valorar, dando consideraciones que avalan la realidad que se vive en Boca. Un trinomio dirigencial (Ameal, Beraldi y el renunciante Crespi) que ha fallado en política de contrataciones, amén de malas decisiones que corresponde al proceso de Pedro Pompilio; una sucesión de técnicos -Basile, Borghi y Falcioni- que no logran encauzar a un plantel con exceso de potencialidades, quién puede dudarlo, pero con falta de carácter para sobrellevar esta clase de situaciones. Sí, el ciclo de oro que se prolongó por 10 años algún momento tenía que terminarse. Y hoy, después de tanto tiempo, aparece en el diccionario xeneize el término Promoción.

"Acá hay que priorizar que Boca está por encima de todos: dirigentes y jugadores. Nadie me va a decir a mí lo que es ponerme la camiseta de Boca, lo que significa sentirla y vivirla. Cada vez que me puse esta camiseta he dejado todo. Nosotros tenemos la gran responsabilidad de revertir esto. Boca está por encima de cualquier cosa. Yo no quiero ver a Boca en la situación que está River hoy". Explícito Palermo. Es cierto, nadie le va a decir lo que significa esta camiseta. Sabe, por derecho propio, que todos deben compenetrarse en brindar una plusvalía para dar respuestas a estas difíciles circunstancias.

La desesperación del hincha va en aumento. Más allá de la fría estadística, lo exaspera cómo deambula el equipo en la cancha. Aparecen canciones como "por la camiseta de Boca matar o morir", hits en otros tiempos aciagos, de una debacle institucional que tuvo su pico cúlmine a mediados de la década del ochenta. Palermo propone claridad en su mensaje, llamando a la unión tanto del plantel profesional, el cuerpo técnico y los dirigentes. No quieren repetir ese ejemplo llamado River, que pulula calculadora en mano por cada partido, tratando de sumar como sea. El goleador, con fecha de vencimiento a junio, quiere despedirse con otra imagen. Interiormente sabe que carga con su cuota de responsabilidad, ya que su nivel ha ido decreciendo tras su participación en el Mundial. Hasta muchos se preguntan si no será tiempo de Lucas Viatri.

Era necesaria la palabra de Palermo. En épocas turbulentas, nada mejor que un buen piloto que conozca el terreno para tratar de llegar a mejor destino con más calma. Un mensaje unificador propinado por uno de los referentes más importantes de la historia de Boca. Un llamado de atención de alguien que está avisando lo prioritario de poner en común criterios que provoquen buenos resultados.

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lunes, 21 de marzo de 2011

Todo sigue igual (de mal)

Siento que escribo lo mismo. Que siempre retornamos a las mismas palabras, a la puesta de conciencia de que hechos como los de ayer que decantaron con la muerte de Ramón Aramayo lo único que hacen es dañar sensiblemente el tejido del fútbol. Tantas veces escribir, en vano. Los muertos se nos multiplican uno arriba del otro. Todos miramos al costado, esperamos que se acumulen nuevas noticias y que la rueda sigue su curso. De responsables, ni hablar. Que vos, que yo, que la Comisaría, que Vélez, que Abdo, cada uno tira su patada para desligar responsabilidades. Se los aseguro, en quince días nadie se acuerda. El dolor de una familia destrozada no garpa en lo más mínimo.

Lo único concreto es que si no modificamos de pleno el concepto de que el rival de turno no es un enemigo sino un adversario durante 90 minutos nada tiene sentido. Pienso por dentro y digo "es algo lógico". No lo es, parece. Espectáculo lamentable observar por televisión que los propios hinchas de Vélez cuando algún notero expresaba novedades del caso Aramayo gritaban frente a las cámaras "Cuervo cagón, ganá una copa". Y sí, qué importa que haya un muerto, si vos no fuiste a Japón. ¿Podemos llamarlos seres humanos? Les queda grande ese traje, sin dudas. Quizás tenemos los que nos merecemos, quién dice.

Y así andamos, a los tumbos, a la improvisación como materia que dice presente todos los años. La Policía, desbordada o no, pega, pega y pega. Al no haber prevención, las fuerzas de seguridad emplean la violencia como único método disuasivo. La 44 sabe de esto. La muerte de Rubén Carballo en un recital de Viejas Locas mantiene rasgos similares con el deceso de Aramayo. Acumulación de excusas por parte de la Comisaría que no convencen a nadie. Sí, otro muerto por el fútbol. Otra vez lo mismo.

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miércoles, 16 de marzo de 2011

Un adiós encuestado

Miro la pantalla y leo "nueve de cada diez hinchas piden la salida de Grondona en la AFA". Un pensamiento particular que se ve cuantificado en una encuesta de 1.300 casos realizado por la consultora Ibarómetro de forma online y durante el período del 17 de febrero al 23 de dicho mes. La encuesta como mecanismo informativo que permite enhebrar al menos algunas vertientes conceptuales no es común en el mundo del fútbol. Por eso mismo hay que tenerlas en cuenta. Ante la escasez de datos estadísticos sobre la opinión de diversos temas que circunscriben a la pelota, habrá que tomar como pertinentes algunas líneas que dan para debatirlas.

De este universo seleccionado, el 25,3 % pone a la AFA como la principal responsable de los problemas que sufre el fútbol argentino. Segundo los dirigentes (24,5%) y en tercer lugar las barras bravas (20,4%). Parejito, parejito. Sobre el desempeño de Grondona al mando de la AFA, la encuesta indica que el 80% de la muestra lo considera como bastante o muy malo, mientras que el 90,8% opina que debe dejar sí o sí el sillón de la calle Viamonte. Un porcentaje ínfimo, 4,2%, expresa que la gestión de Grondona al mando de AFA ha sido positiva y que debe permanecer en el puesto.

Repetimos siempre lo mismo como un loro. En diferentes estratos de la sociedad, ya sea en lo político o militar, por mencionar dos casos se han generado distintas renovaciones en pos de otorgar mayor democraticidad, interviniendo nuevas voces. A veces más, a veces menos. Situación diferente sucede en la Iglesia, con modificaciones en las capas medias de su organización pero sin cambios trascendentales desde su cúpula.

Lo de la AFA sigue esta última línea. 1979. Es mucho tiempo. Y siempre el poder concentrado en manos de una persona. Si criticamos feudos que suceden en provincias, o frases como las del por ahora gobernador de Catamarca Eduardo Brizuela del Moral, de quedarse "veinte años más", también lo tenemos que hacer con la gestión Grondona. La muestra de esta encuesta apenas es un pincelazo de lo que pensamos todos. Que el poder no debe ser eterno.

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martes, 8 de febrero de 2011

Estudiantes: una idea sin distinción de nombres

La transición de un cuerpo técnico a otro faltando días del inicio de un campeonato trae aparejado ciertas complicaciones que pueden repercutir a lo largo del certamen. Acrecentadas, claro está, si la pelotita no empieza a entrar en las primera fechas. Mayor impaciencia de la gente, el murmullo cotidiano, salida a la luz de conflictos grupales y la danza de nuevos nombres para calzarse el buzo del técnico en desgracia. Querido lector, usted sabe que es un proceso casi por decantación que es moneda corriente en nuestro fútbol.

Sin embargo, hay excepciones. La salida de Alejandro Sabella de Estudiantes, cargada de preguntas, preguntas y preguntas pero nulas respuestas, podría generar cierto cimbronazo en La Plata. Estamos hablando del último entrenador campeón, nada menos. Lo que se produce en instituciones serias como el Pincha es que al yacer un equipo que, nombres más nombres menos, se conoce de memoria, lo que tiende es facilitar la labor de Eduardo Berizzo, flamante técnico.

Al Toto le da la potestad de seguir una línea que ha sido provechosa para la institución en términos de resultados y en forma paulatina ir incorporando sus propios conceptos. Un sitio ideal, único en Argentina, para una persona que todavía no ha sido cabeza de grupo. Un aprendizaje estelar, con individualidades en un nivel altísimo como Verón, Braña, Pérez, Gata, Fernández, Barrientos, Orión y la lista sigue.

Cuando pensamos en un trabajo a largo plazo, no es precisamente agarrar la guitarrita y dejar que el tiempo pase. No. Es construir el presente, mirando el futuro para saber paliar estas circunstancias no esperadas. Que no te agarre en pelotas, diría un amigo. Pensar un club tiene mucho de esto. De la continuidad conceptual y práctica de un proyecto que se abstraiga de las individualidades, sea quien sea.

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miércoles, 19 de enero de 2011

La novela del verano

Por Nicolás Panigutti

El denominado Mundo Boca se sabe que suele absorber la mayor cantidad de noticias en cada mercado de pases. Se genera una gran ensalada de nombres que no sirve tanto para acercar jugadores sino más bien para valorizar jugadores. Automáticamente el jugador vinculado con Boca sube su cotización en un porcentaje importante, y esto siempre es bueno para el avispado representante. Este receso de verano no fue la excepción y, junto a la de Leandro Somoza, la novela de Walter Erviti se llevó todos los flashes.

Desde que Julio Falcioni fue confirmado como el nuevo DT xeneize las especulaciones sobre la posible llegada del habilidoso volante fueron moneda corriente en La Boca. En un principio se pensaba que la negociación iba a ser más fácil, pero Carlos Portell (Presidente de Banfield) dejó bien en claro su postura: Erviti se queda en Banfield. Es entendible, ya que el jugador había firmado hace muy poquito tiempo un contrato que lo ligaba a la institución sureña por varios años más y por una suma considerable. Sin embargo, la negociación siguió en pie, tambaleando pero en pie, y las partes cada vez empezaron a friccionar más. Falcioni empezó a presionar por el lado del jugador, quien a su vez empezó a presionar a su Presidente, y el Presidente empezó a repartir dardos para cualquier lado. A todo esto, hubo un nuevo interesado en la novela que fue San Lorenzo de Almagro, el cual ofertó una determinada suma que a Banfield no conformó, y de yapa, recibió algún mensaje no agradable de Erviti, al cual la información (según sus palabras) empezó serle dosificada. Para coronar esta situación, en las últimas horas algunos medios periodísticos hicieron correr el rumor de que Vélez Sarsfield (flamante subcampeón del último torneo argentino) estaría interesado en el ex Monterrey, enrareciendo un clima que ya venía bastante turbio.

La realidad hoy por hoy es que nada queda claro. No se sabe si Erviti y sus declaraciones de que “la relación con Portell está rota” son verdaderamente sinceras o bien un intento desesperado para poder lograr su salida al club de la Ribera. Es conocido el deseo del jugador de ser dirigido por Falcioni (a comienzo del mercado de pases conversó con el diario Olé y comentó que “con Falcioni voy a la guerra”) y no sería raro una maniobra de este estilo. Como bien dijo Portell, Falcioni ya lo había hecho dirigiendo a Banfield (¿el Presidente no sabía nada o colaboraba?). Tampoco se sabe que haría el Presidente de Banfield ante una oferta que colmase sus expectativas (¿seguirá mostrándose inflexible y arriesgándose a tener un jugador que no quiere estar en el club?). ¿El final? Incierto.

Una cosa está clara: la situación es insostenible para todos los implicados y debería definirse cuanto antes. Es poco serio que ya entrados en la pretemporada de ambos clubes no se haya definido la situación, generando incertidumbre no solo para el jugador sino para el flamante nuevo DT de Banfield (Sebastián Méndez) y para el resto de los compañeros de Erviti, que en el día de ayer protagonizaron un vergonzoso incidente violento con el plantel de Estudiantes de Buenos Aires en un amistoso.

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jueves, 6 de enero de 2011

Ariel Ortega: el camino del errante

Debería ser una ley con orden estricto de cumplimiento: los grandes futbolistas no se pueden ir así. El final de la carrera de Ariel Ortega duele. Lo pienso como veinteañero que desde chico observó el paulatino crecimiento de ese morochito de Ledesma que hacía bailar a las defensas todos los fines de semana. Ésas medias bajas que se despatarraban en el área, que cada vez que jugábamos contra él ya me sacaba el sueño el sábado anterior (ay Manusovich!), que mantenía esa cuota de picardía argentina ya extinta en estos tiempos. Ortega, por lo que nos dio dentro de la cancha, es merecedor de otra conclusión futbolística. Sí, ya sé, es un tipo grande y determina los pasos de su vida a su antojo. Pero duele igual, porque detrás de todo y de todos hay un ser pidiendo ayuda en silencio.

La cuerda de la relación profesional con River se mantenía al límite del quiebre desde hace mucho tiempo. Hoy Juan José López, al igual que hace unos años Diego Simeone, le dijo que las puertas para él estaban cerradas. El sentimiento, el amor recíproco que Ortega tiene con los hinchas de River tendrá ribetes de eternidad. Quién lo duda. Las interminables ausencias a los entrenamientos no podían ser gratis. En un grupo humano, en este caso plantel profesional de fútbol, deben existir reglas claras para la normal convivencia. JJ López fundamente su decisión sobre argumentos concretos, no toma una determinación de semejante rebote mediático dentro y fuera del vestuario así porque sí.

Además, claro está, en la cancha Ariel ya no rinde como antes. En épocas álgidas en Núñez, finalmente los que pusieron la carita fueron los Lamela, Pereyra, Maidana, Funes Mori, Acevedo, etc. Del Burro poco y nada. Como si sólo se mantendría esa estela de ex estrella, como si estuviésemos en la presencia de un ex jugador. Quizás, y con la tristeza que amerita decir estas palabras, ya lo sea. Lo hemos dicho anteriormente: Ariel está sobrellevando una adicción y en el cual su marco afectivo debe manejarse con responsabilidad porque estamos hablando de la vida de una persona, más allá de cualquier actividad que realice. River, más allá de esta cuestión coyuntural, no debe ni puede dejar solo al último gran ídolo de la hinchada. Sería faltarle el respeto a la historia, quizás el peor pecado.

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lunes, 3 de enero de 2011

Ramón y su Falcon remodelado

“De esta crisis se sale con trabajo y con Xavi, Iniesta y Drogba”. La revista Barcelona, fiel a su humor cargado de ironía, expresaba en tono de sorna una frase de Ramón Díaz. El riojano, cultor de equipos plagados de estrellas, encontró al San Lorenzo versión 2010 elementos disímiles a los que había hallado en su anterior paso por Boedo. Sí, es cierto, en 2007 el Ciclón no era una panacea, ni mucho menos. Ramón metió mano, echó el ojo correcto a las incorporaciones, una de sus grandes virtudes, y la gloria golpeó la puerta. Seguro, sin temor a equivocarme, en ese Clausura nos topamos con la ópera cumbre del Pelado. Allí despejó cualquier duda para aquellos que observaban de manera sórdida los títulos obtenido en River.

El año pasado
la ecuación dio negativa. Refuerzos baratos con dudosa capacidad (Herner, López Méndez, San Román, Balsas), poco dinero en las arcas del club y lógicamente de la Ferrari de Lavezzi, Ledesma, Gastón Fernández y cía, pasamos al Falcon familiar. Un inicio auspicioso, con victorias incluidas a Racing y Boca como visitante, donde sacó más puntos de lo que debió y una caída estrepitosa de mitad de campeonato hacia delante, con escándalo de póker en el medio. Resultado: Rivero y Balsas afuera. El clima enrarecido. Apenas 24 puntos y la cara de Ramón lo expresaba todo. No está acostumbrado a ese tipo de actuaciones en sus equipos.

Por eso, esperó las elecciones a fin de año para determinar su continuidad o no en Boedo. Ganó el empresario Carlos Abdo, con quien se reunió inmediatamente y, a partir de ciertas promesas sobre la llegada de futbolistas de calibre, dio el beneplácito para quedarse al menos hasta junio. Y los refuerzos llegaron: primero el peruano
Giancarlo Carmona, de Universitario (Perú), premiado como el jugador revelación del certamen de aquél país, un potente lateral/mediocampista por derecha similar, a partir de ciertas coincidencias físicas, con el uruguayo Pablo Pintos, de reciente pasado con la azulgrana. Con la partida de Rivero había que tapar un hueco en ese sector de la cancha.

Luego
Jonathan Ferrari, surgido desde el sorprendente All Boys, un defensor central, que suele hacer las veces de marcador de punta derecho, una polifuncionalidad que puede servirle en varios esquemas al entrenador. Por eso lo pidió. Una línea de tres con Ferrari, Tula y Bottinelli podría, a gusto de quien escribe estas líneas, funcionar aceitadamente. A su vez requería un nueve, una referencia de área, un especialista del que careció en el pasado Apertura. Un tipo que culminara las situaciones frente al arco contrario. Luego del frustrado intento con Sebastián Balsas, el nombre de Pablo Velázquez siempre sonó en San Lorenzo. Finalmente y, tras un viaje de Abdo a tierra guaraní, se llegó a un acuerdo con el presidente de Libertad y el paraguayo tendrá su aventura en Argentina. Buenas referencias, en especial durante su paso por Rubio Ñu, una contextura interesante (1.92 metros) y una edad (23) que pueden convertirlo, si funciona, en una carta concreta y sonante de venta a Europa.

El póker de refuerzos se completa con
Juan Manuel Salgueiro. Este refuerzo todavía se mantiene en stand by aunque existen muchas oportunidades para que el ex Liga desembarque en Boedo. Al no tenerlo en cuenta Alejandro Sabella en Estudiantes, el uruguayo, de buen andar en Ecuador, le podría dar otra alternativa en la ofensiva a Ramón. Sí, también está la oferta millonaria a Walter Erviti, amado por los hinchas, y de no darse esta negociación, salió el nombre de Néstor Ortigoza, por quien ya se juntaron dirigentes de San Lorenzo y Argentinos. Bordagaray, prescindible para el riojano, aparece como una moneda de cambio más varios billetes. Además se necesita mediar el problema severo, por falta de pago, con Jonathan Bottinelli y su anterior club, Sampdoria.

Con un pasivo de 96 millones de pesos no se entiende de dónde sale el dinero. Esos misterios sin respuesta que el fútbol argentino nos brinda día a día. A Ramón mucho no le debe importar. No serán Xavi, Iniesta ni Drogba pero al Falcon lo están equipando de mejor modo. Mejor motor, gomas más resistentes, más veloz, aerodinámico. Más como le gusta a él.

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domingo, 12 de diciembre de 2010

Estudiantes campeón. El por qué de su éxito.

Los logros se consiguen por una multiplicidad de factores. Verdad machacada hasta el hartazgo en este espacio, en el que pensamos que en el deporte, al igual que en la vida, nada llega por generación espontánea. La palmada en la espalda, el abrazo interminable, las lágrimas, las acciones que desarrollamos casi innatamente luego de obtener algo preciado son fruto del esfuerzo. Pensé en esta introducción para referirme al flamante campeón del fútbol argentino, Estudiantes de La Plata. Un trabajo inteligente, sustentable para la realidad del fútbol argentino, con un entrenador como Alejandro Sabella que armó un rompecabezas con menos figuras que el Estudiantes de la Libertadores 09 (Angeleri, Andújar, Sosa y Boselli, por decir algunos apellidos) pero con la misma eficacia.

Compacto, sólido, batallador y sutil para dañar al rival. El fútbol es un deporte de inteligencia. No hay dudas. Estudiantes usó bien el bocho, exprimió sus virtudes lo máximo y trató de reducir los defectos con los que contaba. La columna vertebral bien constituida, con Orión al arco, en el podio con Hilario y JP Carrizo de lo mejor de Argentina en materia arqueros, la zaga cubierta por Desábato, el medio por el multifacético Braña, un futbolista que absorbe rápidamente lo que requiere el partido y arriba Gastón Fernández, sin las cualidades del clásico nueve, como Palermo, pero con un enorme caudal técnico en los pies y una viveza que lo ha transformado, en especial en la parte final del campeonato, como el as de espada con el que contaba el Pincha. Uf, Enzo Pérez, cómo no nombrarlo. De particular carácter, a veces con actos incomprensibles, su estela deja marcas en La Plata. Un talento fuera de lo común, un tipo que juega a otra cosa. Pide selección y Europa. Sí señor.

También se me vienen a la cabeza Federico Fernández, Marcos Rojo, ya con un pie en Rusia, Michael Hoyos, Maxi Núñez, un piberío que en este Apertura sumó muchos minutos bajo el ala de calma que transmite Sabella. Son chicos que pueden crecer bajo un sistema táctico y compañeros acordes para demostrar todo lo que saben. No siempre sucede eso. Infinidad es la cantidad de jóvenes talentosos que al no estar bien rodeados en la Primera División termina sin mostrar el máximo de su potencial. ¿Y Juan Sebastián Verón? No fue "el" campeonato de la Bruja, quizás el efecto Mundial haya retumbado en demasía sobre su rendimiento. Puede pasar. Sin embargo, para comprender todo lo bueno que le está pasando a Estudiantes desde 2006, la palabra Verón es esencial. Un proyecto futbolístico coherente, respetuoso y ávido por seguir progresando que descansa en lo que genera esta figura, ubicada en el pedestal de héroes que tiene la gente pincharrata.

Estudiantes campeón. Muy merecido. Los procesos ejecutados por personas idóneas, inteligentes y con sacrificio siempre terminan del mejor modo. No hay vuelta que darle. Es justo y gratificante para el fútbol nuestro de todos los días que una institución modelo como ésta obtenga lo que se proponga. Debe servir de ejemplo.

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sábado, 11 de diciembre de 2010

San Lorenzo y el día en que juega su destino

En estas horas San Lorenzo decide su futuro institucional por el voto de sus socios. La nefasta gestión de Rafael Savino y su Comisión Directiva, con promesas incumplidas por doquier, desembocó en un escenario desesperante para el futuro institucional del club, que se encuentra concursado, con un pasivo cercano a los 96 millones de pesos y un patrimonio propio en franca decadencia. El riesgo de desaparecer, tal cual lo expresaba el candidato por + San Lorenzo, Ramiro Monner Sans, está latente. No es broma.

Lo peor, y tal cual relatábamos en otro post, es que se han producido varias ventas de futbolistas juveniles a un grupo empresario brasileño, entre ellos a Leandro Chaparro y Adrián Martínez, dos de las pocas joyas que se encuentran en las Divisiones Inferiores, la cual ha mostrado severos signos de dejadez dirigencial y poca atención prestada por los cuerpos técnicos que pasaron por Boedo en los últimos años, incluido el actual. Me viene a la mente la promesa inconclusa de una pensión ejemplar para albergar a los nuevos talentos. Paradójico que la lista que representa al oficialismo se llame Nuevo San Lorenzo y abogue por el futuro de la institución. No tienen cara. Las camadas exitosas conformadas por Romagnoli, Saja, Erviti, Estévez, Franco, Gonzalo Rodríguez y Pablo Zabaleta no dieron lugar a otras con la misma fecundidad.

Lo esencial será comprender que San Lorenzo necesita retornar a sus raíces, tomar la rienda de reconstruir el tejido social y deportivo que supo forjar esta institución en otras décadas, que lo convirtió en modelo ejemplar de Argentina. Pensar al club con el corazón en Boedo, retornar con pasos firmes a la casa que lo vio nacer. Ya no se pueden permitir gestos ampulosos sin contenido concreto. Se necesitan hechos. En San Lorenzo, y en especial en los últimos tiempos con la llegada de varios grupos empresarios que sacaron su rédito propio sin dejarle ninguna ganancia al club, habrá que generar políticas consistentes que se prolonguen en el largo plazo, independientemente de los resultados coyunturales. Pensar en Vélez, Estudiantes, Lanús, por citar tres casos, donde la preeminencia de un proyecto que englobe a la totalidad de la institución supera la cotidianeidad de un partido perdido.

El socio, el hincha, tiene que tener conciencia de la situación imperante de San Lorenzo y que las ilusiones mágicas que ofrecen candidatos como Abdo y Moretti no son remedios fehacientes para la cruda situación financiera que vive el club. Levantar los cimientos de este gigante dormido, iniciar una auditoría urgente para delimitar las responsabilidades del gobierno anterior para que, en caso de encontrarse algún ilícito, hacer la denuncia correspondiente a la Justicia. No se puede tolerar más en el fútbol argentino que dirigentes vacíen un club y que nadie, absolutamente, nadie se haga responsable. Repito, no hay soluciones mágicas ni lámparas que cumplen deseos. En San Lorenzo se juega qué modelo de club se quiere. Quien lee el blog sabe de mi afinidad por estos colores y de mi sentimiento por esta camiseta. Yo quiero lo mejor para San Lorenzo. Volver a ser lo que fuimos. Se puede.

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lunes, 29 de noviembre de 2010

Barcelona y la vergüenza de pedirle más

Ayer me refería a que el juego magistral de Roger Federer daba sentido a la vida. Dejenme agregar que contemplar al Barcelona de Guardiola constituye otro elemento para andar por la vida un poco más contento. La exhibición propinada hoy en el Camp Nou simboliza, más por el rival que se tenía enfrente, plagada de figuras y talentos descomunales, el devenir de un sentimiento arraigado al buen fútbol, a la utilización de nobles armas para reventar todas las consideraciones futbolísticas chatas y amarretas que pululan en varios puntos del planeta, históricas, producto de un reducción mental y que, a base de exitismo furioso y maléfico a la vez, hace que fin de semana tras fin de semana observemos cada espanto de partido que hasta nos hace hacer fanático de otro deporte.

En mi caso, si sigo viendo a San Lorenzo posiblemente a fin de año me embandere con las remera de los Yankees de Nueva York y empiece a escribir sobre beísbol. No falta mucho para este delirio, se los juro. Pero volviendo a la orquesta llamada Barcelona, un rompecabezas milimétrico, espontáneo, cuya propia espontaneidad es producto de una organización estructural que lleva más de veinte años, a partir de la llegada de Johan Cruyff.

Aquí se da el puntapié a un proceso fructífero desde toda vertiente crítica. Ante esta continuidad ideológica, más allá de los vericuetos dirigenciales, chicanas políticas, fallidos fichajes, etc, resulta indefectiblemente natural la combinación de esto que se llama Barcelona. Lo planificado decanta en espontaneidad. Todos saben a que están jugando. Josep Guardiola, un tipo que un capo de las letras como Juan Villoro lo catalogó de esta forma, siguió los consejos que daba en su tiempo su maestro Cruyff: "es importante tener entrenadores que contagien la alegría y el amor al arte, no los aspectos menos agradecidos y sacrificados del juego, sino su lado más luminoso y estimulante".

Sí, hay billetera, cómo que no, un delantero como Villa o un lateral como Dani Alves no se los consigue tan fácil. Hay que ponerlos uno arriba del otro. Pero podría jugar otro, tal vez un canterano, y la modificación de los factores no alteraría tanto el producto. La implantanción de una esencia permite eso. Pasarán los tiempos pero la impregnación de una manera de accionar este deporte permanecerá latente, presente. Ése es el legado que nos brinda este Barcelona. Fútbol, fútbol y si quedaba alguna duda, fútbol.

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martes, 23 de noviembre de 2010

El Porvenir: un ejemplo de efecto boomerang

Vital es la memoria para comprender las situaciones que se manifiestan en la realidad. Necesaria, útil, refrescante para no dejarse llevar por las emociones genuinas que, a veces, no siempre, nos llevan por lados incorrectos. Sobre esto pensaba al escuchar las palabras de Enrique Merelas, presidente de El Porvenir, una institución que en estos momentos se encuentra disputando el torneo de la Primera C, quien tomó notoriedad pública en los últimos días haciendo un pedido a la prensa para que recogiera lo que estaba viviendo, una presión sin límites por parte de la barra brava del club, con el fin de obtener más entradas, o sea rédito económico.

Denuncias por doquier; amenazas al vínculo familiar de Merelas, quien acusa a personas vinculadas al intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, de una cooperativa de Lanús; destrozos al club; futbolistas amenazados, una amplia gama de escenarios lamentables que rechazamos de plano en este espacio, exigiendo la presencia del Estado para garantizar la integridad física de los damnificados.

Lo incomprensible reside en otros términos vertidos por Merelas, con más de 25 años presidiendo a El Porvenir (apenas una elección), y aceitados vínculos con la plana mayor de AFA, en especial Julio Grondona, quien suelto de cuerpo lanzó que “Grondona no puede hacer nada”. ¿Cómo? Nos tenemos que resignar a que el cuerpo dirigencial de la entidad del fútbol argentino esté atado de pies y manos –perdón Scioli- para enhebrar políticas que destierren por completo estas actitudes patoteriles de estos delincuentes.

Recordemos este caso que plantea el periodista Gustavo Veiga: "En un partido del Ascenso, en la cancha de El Porvenir contra Belgrano de Córdoba. Villalba, un ex jugador de River, petisito, recibe un piedrazo en el medio de la frente. Se lo llevan, el partido no se suspende, sigue. Hay un responsable de la seguridad de la Provincia de Buenos Aires que tiene que hacer un informe. Al otro día, como faltaban funcionarios, el informe corrió por cuenta del propio comisario de la zona sur, de la Comisaría de Lanús. En el informe omitió que había ocurrido ese hecho. ¿Por qué? Porque implicaba una eventual sanción para El Porvenir, club en el que se ve las caras con los dirigentes, con Enrique Merelas".

25 años al mando: los conoce, los tuvo en su riñón, apañó su accionar. Los barras no llegaron al club por un fenómeno de generación espontánea. En este período de tiempo alguna connivencia dirigencial tuvo que haber existido para que se desarrollen este tipo de acciones, premeditadas, con una alta carga de facultades para dominar las instalaciones de El Porvenir. Ahora: ¿por qué sucedió en este momento? ¿por qué no ocurrió años atrás? Su consigna actual de “me hacen esto porque no los dejo pasar gratis” suena poco creíble. Hacerse el desentendido, el asombrado, el Quijote luchando contra los molinos de viento, en este caso no da resultado. Dos más dos no siempre es cuatro.

Repudiamos los actos que se consumaron en El Porvenir. Queremos a los responsables tras las rejas. Sin preámbulos. Pero debemos mantener un criterio crítico a un proceso global, a cómo se desembocó esta problemática, cuando antes el juego de intereses era funcional y ahora no. Utilizar la memoria como eje modificador de la realidad. Nada menos.

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