Posiblemente las siguientes palabras resultarán en vano y finalmente se consumirán en la vorágine que impregna día a día al fútbol argentino. Admitiendo esta premisa podré desandar con tranquilidad el análisis que propongo. Nunca hay una fórmula perfecta que admita el éxito deportivo. Esto pasa acá, en Europa y hasta en Vietnam. Sin embargo, siempre me resulta sorprendente que al concluirse el libro de pases algunas instituciones traigan una veintena de futbolistas cuando restan menos de una semana para el arranque del mismo.
Empiezo a hurgar y me topo de modo inevitable con un caso emblemático: Huracán. El conjunto que dirige Claudio Úbeda trajo 14 jugadores. Empecemos a contar: César González, Alejandro Limia, Matías Manrique, Ariel Cólzera, Carlos Araujo, Fernando Pagés, Calviño, Carlos Casartelli, Sergio Meza Sánchez, Gastón Esmerado, Matías Gigli, Germán Castillo, Hernán Barcos y recientemente concretó la llegada del defensor Diego Herner. Mirando esta extensa lista contemplamos que el Globo incorporó casi un plantel, ese mismo que se tiene que conocer, ensamblar y desarrollar un juego en conjunto faltando 10 días para el torneo. Un partido no puede ser muestra fehaciente de lo dicho, aunque vale remarcar que la actuación en el debut del equipo de Parque Patricios dejó mucho que desear, en donde se notó claramente la falta de comunicación entre futbolistas que apenas compartieron algunas prácticas juntos. Se fueron varios, vinieron otros y ya el hincha se marea ante tanta presencia nueva. ¿Identidad con una camiseta? Palabra de antaño…
Una situación parecida se generó en Colón. Salvado este año milagrosamente de la Promoción, la dirigencia continúa con su política de traer diversas incorporaciones que considero no le brindan el salto de calidad que tanto necesita para salir del contexto en donde se encuentra. Repasando otra lista vemos nombres como Matías Oyola, Nicolás Torres, Robert Franco, Diego Pozo y Pablo Rodríguez, quien llegó recientemente con el pase en su poder y sin jugar los últimos meses. Mi gran pregunta es sencilla: ¿No hay en las inferiores valores que puedan reemplazar a estos futbolistas con escasa trayectoria y dudoso presente?
Newell`s sigue también esta línea. Ya no hablaremos del asunto institucional ya que nos extenderíamos durante horas y horas, pero fijaremos la vista en los refuerzos, que fueron pedidos por un técnico que se fue faltando días para el inicio del Apertura, llegando otro que no sabe si a estos futbolistas los tendrá en cuenta. No obstante, y aviso por las dudas a la dirigencia rosarina, que no hay devolución. Circo en su máxima expresión.
Cité tres ejemplos. Creánme que hay muchos más. Sería interesante posar la mirada en instituciones como Lanús, Estudiantes y Vélez, que mantienen una estructura durante un proceso coordinado de manera eficiente que sin lugar a dudas generará grandes dividendos a futuro. No existen recetas mágicas en la vida y mucho menos en el mundo de la pelota. Será tarea de todos dejar de lado la bendita coyuntura y abocarse en construir un futuro que engrandezca a nuestro fútbol. ¿Pediré mucho no?
Una situación parecida se generó en Colón. Salvado este año milagrosamente de la Promoción, la dirigencia continúa con su política de traer diversas incorporaciones que considero no le brindan el salto de calidad que tanto necesita para salir del contexto en donde se encuentra. Repasando otra lista vemos nombres como Matías Oyola, Nicolás Torres, Robert Franco, Diego Pozo y Pablo Rodríguez, quien llegó recientemente con el pase en su poder y sin jugar los últimos meses. Mi gran pregunta es sencilla: ¿No hay en las inferiores valores que puedan reemplazar a estos futbolistas con escasa trayectoria y dudoso presente?
Newell`s sigue también esta línea. Ya no hablaremos del asunto institucional ya que nos extenderíamos durante horas y horas, pero fijaremos la vista en los refuerzos, que fueron pedidos por un técnico que se fue faltando días para el inicio del Apertura, llegando otro que no sabe si a estos futbolistas los tendrá en cuenta. No obstante, y aviso por las dudas a la dirigencia rosarina, que no hay devolución. Circo en su máxima expresión.
Cité tres ejemplos. Creánme que hay muchos más. Sería interesante posar la mirada en instituciones como Lanús, Estudiantes y Vélez, que mantienen una estructura durante un proceso coordinado de manera eficiente que sin lugar a dudas generará grandes dividendos a futuro. No existen recetas mágicas en la vida y mucho menos en el mundo de la pelota. Será tarea de todos dejar de lado la bendita coyuntura y abocarse en construir un futuro que engrandezca a nuestro fútbol. ¿Pediré mucho no?
6 comentarios:
Muy buen post! Crudo pero real.
Yo tampoco entiendo las políticas de los dirigentes del fútbol argentino. Lo de Huracan es francamente increíble. Esta situación ya la vaticinó guido (el que no corre vuela) en su blog. Cambió casi todo el plantel. Algo parecido hizo Quilmes un par de años atrás. El rsultado: sin escalas al descenso.
Parece que en este país las cosas bien hechas se cuentan con los dedos de las manos.
Saludos!
Migue
Hola don Note!!!!!
Vió??
Hoy estamos punteros en la tabla de primera division...
Pongale unas fichas al tomba amigo... a lo mejor nos sale mejor que la ultima vez!!!!
Abrazo!
PD: aprovecho a comentar ahora porque no creo que nunca más estemos punteros, jajajajajajaajajaja
El Globo, con todo respeto, armo un rejuntado.Coincido con Migue: es parecido a lo que hizo Quilmes. Espero no tenga el mismo final.
Excelente post. Cierto pero real.
Un saludo.
http://marcador-deportivo.blogspot.com/
Muchos cambios en los equipos es sinónimo de falta de coherencia y urgencias. Es típico de Argentina y de muchos países. un abrazo.
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