jueves, 30 de julio de 2009

Panorámica (Paul Pierce)

Retomamos una sección que se aboca en ejecutar una breve reseña sobre diferentes jugadores que surgen y se establecen como estrellas en la NBA. En el post de la fecha ubicaremos bajo la mirada de D5 a Paul Pierce, pieza clave de los Boston Celtics, un alero imponente de 2.01 metros y 107 kg, que desde su elección allá en 1998, tras haber jugado en la Universidad de Kansas, se ha constituido como uno de los mejores valores en su historia de la emblemática franquicia, que volvió al ruedo tras una década de ostracismo con el título obtenido en la temporada 2007-2008, siendo elegido como el MVP de la final ante Los Angeles Lakers.

La historia marcará que fue elegido en el 10º lugar en la primera ronde del draft de 1998, debutando en un cotejo ante Toronto Raptors, donde se destacó anotando 19 puntos y transformándose, junto a Antoine Walker, en las dos figuras rutilantes de un gris conjunto en su totalidad que navegaba la medianía de la Conferencia Este. En febrero de 1999 fue elegido rookie del mes y al final de esta temporada breve, debido al lockout de los jugadores. La siguiente campaña mejoró sensiblemente sus números: 19.5 puntos, 5.4 rebotes y 3 asistencias, aunque no le sirvió a los Celtics para llegar a los Playoff. Sin lugar a dudas, la temporada 2000-2001 lo consagró a las altas esferas. Superó los 25 puntos de promedio, con actuaciones soberbias, en especial un encuentro con los Lakers donde metió la friolera de 42 puntos. Sin embargo no podía llegar a las series finales, objetivo que cumpliría en 2001-2002 colocando a Boston en la final de la Conferencia Este, instancia que perdería ante New Jersey Nets. En esas fechas llegaría su citación para la selección con el fin de disputar el Mundial de Indianapolis, donde EEUU culminaría uno de los fracasos más resonantes de su historial al ubicarse en un sexto puesto. En cuanto a su perfomance en la NBA mejoró ampliamente en aspectos de su juego, y tras la salida de Walker a Dallas, se cargó encima a un equipo que estuvo por cuatro años ininterrupidamente en los playoff con resultados dispares, hasta la magra campaña de 2005-2006, que los dejó afuera de competencia de modo muy prematuro. Paradójico resulta que en esa temporada, Pierce cuajó los mejores números de su carrera: 26.7 puntos, 5.9 asistencias y 4.1 rebotes por partido. En 2007-2008 y tras la llegada de superestrellas como Kevin Garnett y Ray Allen, Boston se consolidó como el quinteto de mejor rendimiento y que lo demostraría en las instancias finales venciendo en la definición a los Lakers por 4-2 y volviendo a lucir ese anillo que tantas veces se vistió de verde en los años ochenta. Factor determinantes fue Pierce, el jugador con mejor promedio de puntos (19.6) y elegido por la gran mayoría como el MVP de la final.

Pierce representa en sí varias cosas a la vez. Potencia, inteligencia constante para disponer del tiempo que posee su equipo, espíritu agresivo y ante todo frialdad en los momentos claves, quizás ese detalle lo convierta en diferente dentro de un ámbiente plagado de estrellas.

En sí para comprender la importancia que ha transmitido este hombre de 32 años desde el campo de juego vale la consideración, de que para muchos analistas de este deporte, estamos en presencia de uno de los mejores 10 valores en la historia de los Celtics, donde Pierce ha superado varios records que ostentaba la leyenda más grande de esta franquicia como Larry Bird. Pavada de elogio, para sin dudas, una de las fantásticas apariciones en el básquet de los EEUU. Y que por supuesto no podía faltar en Panorámica.


martes, 28 de julio de 2009

A veces no todo es lo mismo

Ya tantas veces nos referimos a ciertas actitudes de los futbolistas, a veces tan sensibles ante ofertas que aparecen desde diferentes lugares, plasmando esa sensación de que su carrera se sustenta únicamente en poder acumular dinero lo más rápido posible para estar cubiertos en torno a que pueda suceder algún imprevisto que los aleje de la práctica profesional de este deporte. El fútbol argentino ha brindado sobradas muestras. No es el fin criticar este tipo de actitudes sino alegrarse al encontrar que un mínusculo grupo de jugadores sigan manteniendo el fuego sagrado por ese equipo en que se forjaron y el respeto que por ello se requiere hacia la institución. En este caso citaremos lo sucedido con Silvio Romero, delantero de Instituto de Córdoba, conjunto que se desempeña en la B Nacional. Finalizado dicho certamen le llegó una oferta interesantísima del Saint Etienne para que continúe su carrera allí. Hasta allí todo perfecto aunque había un tema por resolver: la única manera de ser transferido al fútbol francés era desconociendo el vínculo con Instituto. La oferta era más que tentadora: 100 mil dólares al instante para su bolsillo y ocho mil euros por mes, por un contrato de cuatro años, según lo que informa el diario La Voz del Interior. Sin embargo, Romero no aceptó la propuesta alegando que debía respetar al club que lo hizo debutar. "Es una cuestión de principios. Me quiero ir por la puerta grande Instituto. Me tenía que ir sin reconocerle el pase al club. La gente que me quería llevar se había asesorado y si salía del país quedaba en libertad de acción", indicó para sorpresa hasta de los dirigentes cordobeses que pensaban que la salida del punta de 21 años era inevitable.

"Estaba todo acordado. Sólo faltaba el sí mío. Pero desde que empecé a jugar en la primera de Instituto siempre tuve un sueño: irme del club por la puerta grande. Ser reconocido. Hacer las cosas como se deben, respetando los principios que me enseñaron desde chico en mi familia", afirmó Romero demostrando una sensibilidad única y que verdaderamente no es moneda común en el ambiente del fútbol. A su vez, confirmó a los medios cordobeses que rubricará un nuevo contrato con la Gloria por las próximas tres temporadas. Entre tanto negocio dando vuelta, grupos empresarios nefastos que saquean entidades y Julio Grondona alardeando que las apuestas deportivas será la solución mágica para los males de nuestro fútbol, poder enterarme de esta novedad, de que Romerito, tal cual lo llaman en Alta Gracia, seguirá con los colores que amó desde chico me hacen creer que a veces no todo es lo mismo. Gracias a Dios.

domingo, 26 de julio de 2009

El momento financiero de los clubes argentinos y la solución al problema



En estos últimos días fue usual ver a la mayoría de los diarios, programas de televisión o radio, plagados por este ¿nuevo? fenómeno que se vislumbra en nuestro fútbol argentino y que tiene que ver con las deudas que mantienen los clubes con sus jugadores. Desde los medios, pareciera que nos intentan vender una película como nueva, cuando ya se estrenó hace rato, y se vio en decenas de instituciones. El tema de los clubes inhibidos por las deudas que sostienen con sus empleados no es novedad, y es pura y exclusivamente culpa de los dirigentes que tenemos.

El caso modelo, hoy por hoy, de lo que no se debe hacer al manejar una institución se refiere al Club Atlético San Lorenzo de Almagro, uno de los denominados grandes del fútbol argentino (más allá de los logros internacionales que haya o no logrado). En su afán por lograr este objetivo que se transformó en obsesión (la Copa Libertadores de América) Savino accedió a recibir jugadores de renombre que Tinelli acercaba (en forma totalmente limpia, uno quiere creer, y sin intereses personales en juego) y descuidó la economía del club. El comentario de la mayoría de los hinchas del fútbol argentino cuando CASLA intentó 2 veces (2008 y 2009) armar una especie de Dream Team era: ¿cómo harán para pagarle a los jugadores? D´alessandro, Bergessio, Ledesma, Botinelli, Silvera, más algunos contratos altos del club (Orión, Aureliano, A. González, etc.) solo fueron algunos de los nombres que estuvieron bajo la controversia. Las ediciones de la Copa Libertadores pasaron y los éxitos nunca llegaron. Recordado es el escándalo que se armó previo al partido de vuelta ante la Liga de Quito (campeón 2008 de la Copa) por temas monetarios, algo que no cayó bien en los hinchas azulgranas.

Hoy por hoy, San Lorenzo está pagando este “veranito” que decidió tener, sin pensar en las consecuencias, con el pase de algunos jugadores que, en otro momento y en otras circunstancias, podrían haberle significado generar ingresos (A. González, Tula, Orión, etc.). La mayor crítica que uno recibe cuando expone el claro problema que tuvieron los de Boedo viene por este lado: “se critica algo que, de haber tenido éxito, hubiese quedado en el tintero”. Y acá es cuando está la gran equivocación. Cualquier futbolero de ley, que tenga que administrar las cuentas en su casa, se da cuenta que un éxito deportivo pasajero no justifica una economía desprolija. Existen cientos de casos en este sentido (pregúntenle a Quilmes como terminó luego de jugar la Copa Libertadores o al Vélez post 90, con contratos millonarios para las estrellas que permanecieron en el club) pero lo importante es destacar y hacer foco en lo siguiente: se gane o se pierda, el camino que tomó San Lorenzo y también varios clubes más (Independiente en el 2002) es errado. El futuro está claro: orden, prolijidad e inferiores.

Acá es cuando aparecen aquellos clubes que, hoy por hoy, se puede decir que son sanamente envidiados por los hinchas de instituciones desordenadas: Lanús, Vélez y Estudiantes. El camino de los dos primeros es bastante similar, con el equipo del Sur tomando esa forma de conducir que había tenido Raúl Gámez en el club de Liniers, y apostando a ese patrimonio del club tan importante, el MÁS importante, que se llaman “inferiores”. El equipo que ahora conduce Zubeldía tuvo que estar bastante mal para darse cuenta que dejar que Gorosito en su momento (o quien fuere) trajese a Fioretto, Tilger u otras glorias del fútbol argentino (?) no era el camino correcto, y si lo era apostar a lo propio. Vélez, sin ir más lejos, tuvo una época nefasta, luego del campeonato logrado en el 98´, debido a los sueldos excesivamente altos de jugadores veteranos y vetustos en cierto modo como Zandoná, Sotomayor, Cardozo, Compagnucci, Morigi, etc. y no tuvo otra opción más que dejarlos libres y empezar de cero. Resignó éxitos deportivos por varios años (2000 al 2005) y dejó de incorporar prácticamente jugadores, para nutrirse solo de sus inferiores. Hoy por hoy, la forma de mantener la economía de un club es invertir en sus juveniles, y, le pese a quien le pese, vender 1, 2 o 3 jugadores por año para paliar el déficit crónico que tienen absolutamente todos los equipos del torneo argentino. ¿Qué debería ser diferente? Seguro, pero es claro que un dirigente debe pensar con la cabeza y no con el corazón. No se puede hipotecar un club en pos de un sueño que para nada está asegurado (ver caso San Lorenzo) y tampoco se puede gastar a diestra y siniestra, en jugadores varios (caso de Independiente) solo para ver si uno tiene suerte.

Que se entienda de una vez por todas: la improvisación no le gana al orden institucional. Los éxitos deportivos, cuando un club está ordenado, llegan tarde o temprano. Los engendros multimillonarios históricamente no han resultado (preguntarle al Dream Team de los Zidanes y Pavones) y en este momento la crisis no permite siquiera pensar en otra salida que no sea el ahorro y la organización. Es la única forma de asegurarse algo tan importante como la continuidad y la estabilidad.

Para otro momento quedará el análisis de lo válidos o no que pueden ser los reclamos de aquellos jugadores que piden aquello que se les prometió (¿eran conscientes de que iba a ser casi imposible cobrarlo? ¿Por qué firmaron igual?). Hoy por hoy, la AFA debe poner mano dura y, si los clubes no saben administrarse, debe marcarles el camino a seguir o dejarlos de lado. Los clubes no deben entrar en una vorágine monetaria ridícula, y no se pueden jugar el prestigio que forjaron a lo largo de toda su historia sólo para conseguir éxitos deportivos. También vale la aclaración del poco control de las gestiones que se realiza una vez finalizadas las mismas. Hoy por hoy, un dirigente puede hacer desastres al mando de una institución, y salir impune por esto.

“Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”… ¿Será igual con el fútbol y sus dirigentes?

*Agradecimiento sincero a Nicolás que escribe por primera vez en D5. Y esperemos, claro está, que se repita.

viernes, 24 de julio de 2009

Un caso de diván

Las relaciones personales suelen pasar por distintos tipos de estadios, ya sea de felicidad, tristeza o bronca. El periplo de Ezequiel Lavezzi en Nápoli constituye un ejemplo cabal de lo mencionado anteriormente. El Pocho, de avasallante rendimiento en ese San Lorenzo campeón de 2007 de la mano de Ramón Díaz, ancló con fortuna en el equipo que lo tuvo a Diego Maradona como estandarte en la década del 80. En su primera temporada se hicieron presente las buenas actuaciones, con varios goles de importancia, un carácter desfachatado, con similitudes en la magnitud hacia el público que tuvo el 10, que colocaron al argentino en la órbita de los colosos de Europa. Que Moratti lo quería para el Inter, de consultas informales por el Bayern Munich y hasta el rumor de que Sir Alex Ferguson había posado su vista en aquél joven que destilaba talento en las magras canchas del ascenso con la camiseta de Estudiantes de Buenos Aires. Sin embargo, Lavezzi se quedó en Italia.

La campaña pasada fue inversamente proporcional. A pesar de la llegada de algunos valores interesantes, tales como Jesús Dátolo y Germán Denis, Nápoli jamás pudo hacer pie en el torneo local y redondeó una mediocre imagen ubicándose en la mitad de la tabla con Roberto Donadoni como entrenador. Lavezzi, en ese entonces, ya había demostrado su malestar por su salario, al que consideraba como escaso y pidió a la dirigencia una mejora sustancial. Aurelio De Laurentiis, presidente del club, dejó en claro la postura de la institución de que no se sentaría a negociar con el futbolista. Además, desde la interna se dejó ventilar que el profesionalismo del argentino no sería el adecuado para un futbolista con proyección internacional, ejemplificando en salidas nocturnas y otras situaciones no favorables para la perfomance deportiva del rosarino.

"Lavezzi quiere revisar su posición económica, pero ya ha sido revisada. Basta. No nos ha hecho en absoluto ir a Liga de Campeones; ha hecho 7 goles y no 27... ¿Qué quiere?. La culpa del mito Lavezzi es de los medios de comunicación. Fue pintado como el nuevo Maradona, quizá por defectos ajenos, pero yo no me sumo a estos comentarios. Al contrario, veo un rendimiento discontinuo: lo encuentro poco atleta y poco integrado en el grupo, a menudo protagonista de jugadas egoístas por el furor del pueblo. Si está desmotivado, problema suyo. Es él quien pone en riesgo su carrera. Yo lo he pagado 5 millones y medio, no 40. No me preocupa. No es un 'primer actor'. Quizás no ha entendido que estamos equipándonos para prescindir de él. En todo caso, veremos si el señor Lavezzi nos concede de hacer de atleta y no sólo de jugador", apuntó sus cañones De Laurentiis en una conferencia de prensa brindaba en Austria, sitio en que Nápoli se encuentra de pretemporada. Aunque todavía le quedaba artillería hacia el Pocho: "Si un actor se comportase como él me lo hubiese comido. Es un jugador discontinuo, y no es (Diego) Maradona. No quiero oír más de algún futbolista que se acuesta tarde o sale de noche, o de fumarse un cigarrillo. Quiero un sentido de total responsabilidad".

Quizás todo sucedió demasiado rápido. Tal vez la preeminencia del nombre Maradona y lo que significó el ex San Lorenzo en la primera temporada haya eclosionado en una lucha de egos, en la que particularmente nadie sale ganando. El talento de Lavezzi no debe ser discutido ni por asomo, estamos en presencia de una de las últimas joyas del fútbol argentino, habilidoso, encarador, rápido y con una técnica envidiable. Él más que nadie comprenderá que esta situación conflictiva con los dirigentes no facilitará su retorno a las buenas actuaciones. Quizás sea para Lavezzi el momento de pedir menos y mostrar lo que sabe en el campo de juego. Y así acallar las voces que duelen.

miércoles, 22 de julio de 2009

2 años sin vos

*Memorias de un wing derecho. "El mundo ha vivido equivocado y otros cuentos".

Y aquí estoy. Como siempre. Bien tirado contra la raya. Abriendo la cancha. Y eso no me enseño nadie. Son cosas que uno ya sabe solo. Y meter centros o ponerle al arco como venga. Para eso son wines. No me vengan con eso de wing “ventilador” o wing “mentiroso” o las pelotas. Arriba y contra la raya. Abriendo la cancha para que no se amontonen los forwards en el medio. Nada de andar bajando a ayudar al marcador de punta ni nada de eso. Si el marcador de punta no puede con el wing de él... ¿para qué m... juega de marcador de punta? Lo que pasa es que ahora cualquier mocoso le sale con esas teorías nuevas y nuevas formas de juego o te viene con la “holandesa” o la brasileña y otras estupideces.

¡Por favor! El fútbol es uno solo y a mí no me saca de la formación clásica: el arquero bien parado en la raya y atento. Por ahí escucho decir que Gatti juega por toda el área o sale hasta el medio de la cancha... Y bueno, así le va. Yo al arquero lo quiero paradito en su arco y nada más. Para eso es arquero. Después una línea de tres. Después otra de cinco. Y arriba que nos dejen a nosotros tres. Más de veinte años hace que jugamos así y nos hemos podrido de hacer goles. De a siete hacemos. Yo ya debo llevar como 6.800. Yo solo... ¡Después me dicen de Pelé! O arman tanto despelote porque Maradona hizo cien. Cien yo hago en una temporada. Y en verano, cuando los pibes se quedan en el club como hasta las dos de la matina, me atrevo a hacer cuarenta, cincuenta goles por semana. Cuarenta, cincuenta. Yo solo... Maradona... ¡Por favor! Y eso para no hablar del centrofoward nuestro. debe llevar más de 12.000 goles. por debajo de las patas... Y...¡el tipo está ahí!donde deben estar los centrofoward. En la boca del arco. En el área chica. Pelota que recibe, ¡Pum! adentro. A cobrar. Y ojo, que el nueve de los de Boca no es maño tampoco. Es el mismo estilo que el nuestro. Siempre ahí: en la troya. Adonde están los japoneses. ¡Nos ha amargado más de un partido, eh! Yo no he visto los goles que nos ha hecho pero escucho los gritos y el ruido de la pelota adentro del arco.

Le da con un fierro el guacho. Pero, claro, tiene dos wines que son dos salames. Por ahí si jugara al lado mío él también habría hecho como 12.000 goles. ¡Si le habré servido goles al nueve! ¡Si le habré servido goles! Me acuerdo el día del debut. Le estoy hablando de hace 25 años, 25 años, un cuarto de siglo. Sacaron la lona que cubría la cancha y le juro que nos escegueció la luz. Un solazo bárbaro. Yo casi no podía ver por el resplandor en las camisetas, especialmente en las nuestras. Claro, por el blanco. Las bandas rojas parecían fuego. No como ahora, que está saltando todo el esmalte y se ve el plomo. O el piso, del verde ya no queda casi nada. ¡Cómo está ésta cancha! ¡Qué lástima! Qué poco cuidada está. Pero bueno, ese día fue algo inolvidable. Era domingo al mediodía y se ve que los muchachos estaban alborotados porque esa tarde jugaban River y Boca en el Monumental y ellos se habían reunido en el club para irse todos juntos en el camión para el partido. ¡Huy, lo que era ese día! Y claro, llegaron ahí y se encontraron con que la Comisión Directiva había comprado el metegol. Yo había escuchado desde abajo de la lona que pensaban inaugurarlo esa noche cuando los socios se juntaban en la sede social a comentar los partidos o tomarse un fernet antes de cenar. Pero... ¡qué!... apenas los muchachos vieron el metegol al lado de la cancha de básquet ni siquiera se molestaron en meterlo adentro.

¡Además, esto es pesado, eh! No sé cuántos kilos debe pesar esto, pero es pesado. Puro fierro, de las cosas que se hacían antes. Bueno, ahí nomás lo destaparon y se armó el partido. Yo calculo, calculo, que había de haber entre 20 y 25 años personal viendo el partido. ¡No menos, eh! No menos. Una multitud. Y había apuestas y todo. Le digo que calculo que había esa gente porque yo ni miré para arriba, le juro, no me atrevía a levantar la vista del cagazo que tenía. Le juro. Uno escuchaba bramar esa tribuna y temblaba.¡Qué cosa inolvidable! Nosotros, los tres de adelante, tuvimos suerte porque el tipo que nos manejaba se ve que sabía. Yo apenas sentí que se movía, dije: “Hoy vamos a andar bien”. porque también es importante el tipo que a uno le toque para manejarlo. Usted podrá tener condiciones, es más, podrá ser un fenómeno, pero si el que está afuera es un queso, va muerto. Y yo le digo, ahora, con experiencia, yo apenas noto cómo el tipo me mueve ya me doy cuenta si conoce o no. Es una cuestión de experiencia , nada más. No es que uno sea sabio. Escúcheme, usted ve un tipo cómo se para en la cancha y ya sabe cómo juega al fútbol. No tiene necesidad ni de verlo correr. ¡Por favor! Pero ese día se ve que el tipo conocía. No era ni improvisado ni uno que agarra la manija porque está aburrido y para matar el tiempo se juega un metegol. De esos que usted trata de ayudarlos, de darles una mano pero al final el que queda como un patadura es usted. Cuando el culpable es el que tiene la manija. Y usted los escucha gritar: “¡Qué tronco es el siete ese! ¡Qué animal el wing!”. Hay que aguantar cada cosa. ¡Por favor! Pero ese día no. Ese día tuve suerte, lo que es importante en un debut. Y más en un River-Boca. Usted sabe bien cómo son estos partidos. Un clásico es un clásico, digan lo que digan ahora yo ya tengo como 30.000 clásicos jugados y así y todo, le digo, todavía cuando escucho el pique de la primera pelota en la mitad de la cancha me pongo nervioso. Parece mentira. Es que son partidos muy parejos. Somos equipos que nos conocemos mucho. Pero aquél día tuvimos suerte, por lo menos los de adelante. De la mitad de la cancha para adelante la rompimos, la hacíamos de trapo. “Tachola”, me acuerdo que se llamaba el que tenía la manija. Me acuerdo porque le gritaban permanentemente y además porque durante cuatro años vuelta a vuelta venía al club y jugaba. ¡Cómo sabía ese tipo! Lo arruinó la bebida. Cuando llegaba en pedo yo me daba cuenta porque nos hacía hacer molinetes y cada cagada que ni le cuento. Un día me hizo hacer un molinete y yo cacé un chute que la pelota saltó del metegol e hizo sonar un vaso. Me quería hacer pagar a mí el desgraciado. Pero cuando estaba sobrio era un león. Y ese día la gasté. En la defensa no andábamos tan bien porque el que manajaba a los tres era un salame. Un paspado. Pero con los de adelante bastaba.

No hay mejor defensa que un buen ataque, mi amigo, eso lo sabe cualquiera. ¡Por favor! Ahora se meten todos abajo. Están locos. tres pepas hice ese día. Y las otras tres se las serví al nueve, al morochón. Y no tenía bigotes. Lo que pasa es que algún mocoso se los pintó con birome para que se pareciera a Luque. Un gol, me acuerdo, un gol, la bola rebotó en el corner y se me vino. Ibamos perdiendo uno a cero, porque ¡ojo! habíamos arrancado perdiendo, y la hinchada bramaba. La puse debajo de la suela y casi la astillo. La empecé a pisar y me la traje despacito para el medio. El nueve se fue para la izquierda y el once también, para abrirme un buco. Yo la masé y un par de veces amagué el puntazo, pero el fullback me tapaba el tiro y no veía ángulo para el taponazo. Le cuento que yo no le hago asco a patear y cuando veo luz le sacudo. A mí no me vengan con boludeces. Pero el rubio que me marcaba me tapaba bien. Entonces yo agarro y la engancho de nuevo para afuera, para mi lado, como para meterle un derechazo cruzado, al segundo palo, a la ratonera. ¡Si habré hecho goles así! Y cuando el rubio me sigue para taparme y el arquero cubre el primer palo, de revés nomás, cortita, la toco para el medio. Y el nueve, sin pararla ché, le puso semejante quema que abolló la chapa del fondo del arco. ¡Qué golazo! ¡Lo que fue eso! Yo lo había escuchado al negro, lo había escuchado. Cuando yo me abrí para la derecha y ví que la defensa se venía conmigo. Y lo escuché al Negro, lo había escuchado. Cuando yo me abrí para la derecha ví que la defensa se venía conmigo. Y lo escuché al Negro que me grita: “¡Ah!”. Y se la toqué. Lo mató al Negro. Lo mató. La hacemos siempre a ésa. Diga que ya nos conocen.

¡Qué partido fue ése! Y para esta noche tenemos uno lindo. Si es que vienen los muchachos. Porque los escuché decir que iban a las maquinitas. Siempre hablan de las maquinitas. Vaya a saber qué es eso. Acá una vez al club trajeron una. Yo siempre escuchaba unos ruidos raros, unas cosas como “pluic” “plinc” , “clun” y unas sacudidas. Unas luces. Pero después no lo sentí más. Dicen que se le jodió algo adentro a la máquina, algún fusible y nunca hay guita para comprarlo. Son máquinas delicadas. De ésas que hacen los yanquis. Por eso los muchachos siempre vuelven. Porque el fútbol es el fútbol. Esa es la única verdad. ¡Qué me vienen con esas cosas! Son modas que se ponen de moda y después pasan. El fútbol es el fútbol, viejo. El fútbol. La única verdad. ¡Por favor!

martes, 21 de julio de 2009

Te esperamos maestro!

La noticia me tomó por sorpresa. El lunes, como hago todos los días, estaba escuchando a Alejandro Apo en “Donde quieras que estés”, un programa de excelencia donde se mezcla el fútbol con la literatura y que en la voz arenosa de Apo podemos llegar a compenetrarnos con textos tan interesantes de Roberto Fontanarrosa, Julio Cortázar, Eduardo Sacheri, Juan Sasturaín y tantos genios que poseen una pluma que te llega al corazón. Ya siendo día martes, pongo la radio y el segmento de Apo había desaparecido del dial. A la mañana siguiente me enteré en el excelente blog Esferico Balón que Radio Continental había decidido prescindir de sus servicios, luego de 14 años en esa emisora, ejecutando una restricción presupuestaria y no lo dejó despedirse de sus oyentes. “Dejarme saludar era un acto de mínima deferencia. Qué se le va a hacer, al final es como decía mi abuela, ‘las peras se le piden al peral’” dijo el genial comentarista.


Más allá de las cuestiones económicas resulta una actitud despreciable no darle minutos de aire para que el histórico ladero de Víctor Hugo Morales pudiese explicar las razones de su salida. “La radio decidió prescindir de mis servicios por un tema económico. Tiene que ver con que ellos consideraban que ganaba mucho, pero era una plata que había acordado con ellos a partir de una negociación. Decidieron eso porque no podían mantener más mi sueldo. Ellos también consideraron que no estaba en la parte esencial de la programación”, esgrimió Apo al ser consultado sobre si su cercanía al gobierno con respecto al proyecto de ley sobre medios audiovisuales había sido desencadenante para que el Grupo Prisa, accionista de la radio, tomara esta decisión. Lo que sí está confirmado es que el periodista le realizará un juicio a la empresa española. “Yo me voy a defender, obvio”, alegó sin dar más detalles.

Para Alejandro, un profesional con todas las letras, quedarse sin trabajo en esta época de escasa movilidad en las principales radios no será un asunto fácil de solucionar. “Prefiero no quejarme. Soy un agradecido por tener la vida que tengo, y sé que mucho de lo que disfruto cada día se lo debo a quienes pelean porque vivamos mejor. Me pongo en el terreno de los agradecidos, y no en el de los quejosos”, expresaba hace unos días en una entrevista concedida a Página 12. Desde Doble 5 le mandamos un abrazo grande y esperaremos ansiosos su retorno para que nos siga deleitando. Como siempre.

Notas Relacionadas:
Continental echó a Apo (Esférico Balón)

domingo, 19 de julio de 2009

Arena, sierras y libros (parte III)

Después de varias semanas finalmente terminaremos con esta sección que ahonda algunos textos leídos por quien escribe estas líneas. En este caso abarcaremos el libro “El buen salvaje” (Editorial Sudamericana), escrito por Diego Cabot y Francisco Olivera, dos periodistas del diario La Nación, quienes iniciaron la investigación de uno de los personajes más controvertidos e influyentes del gobierno K: Guillermo Moreno. El famoso Secretario de Comercio Interior se constituye en el objeto de estudio por parte de estos dos colegas, que abarcan el pasado de este hombre apodado Napia, ferretero y peronista por sus amigos y que desde su llegada a los círculos de poder, luego de recibirse de Licenciado en Economía, ha ido creciendo en su ascendencia. Mafioso, pendenciero, incorruptible y fiel soldado de la causa kirchnerista. Esta imagen se deja traslucir repasando las hojas del “El buen salvaje”, segundo libro dedicado a funcionarios del gobierno, siendo predecesor de “Hablen con Julio”, una radiografía minuciosa sobre Julio De Vido, sin dudas, uno de los hombres más poderosos de Argentina.

“La próxima vez, vengan con sus mujeres. Ya estoy cansado de cogérmelos a ustedes". Así arranca el libro, ejemplificando una frase que utilizó Moreno, que se jacta de “haberme cargado cuatro ministros”, en una reunión con los representantes de las petroleras más grandes del mundo en nuestro país. A partir de ahí podemos dilucidar el espíritu escasamente democrático que vierte este personaje, acostumbrado a entender el disenso como un elemento conspirativo en la causa que dice representar. “Les voy a explicar una cosa: esta nueva gestión se va a manejar con pelotas y el que tiene las pelotas más grandes soy yo. ¿Me escucharon?”, se lo escuchó decir en un cónclave con empresarios. Cabot y Olivera enfocan su mirada en la situación irregular del INDEC, en el que un grupo afín al Secretario tomó las riendas del Instituto de Estadísticas y que mensualmente publica unas cifras inverosímiles sobre la inflación en Argentina. Aquí se encuentra el capítulo más enriquecedor, con información concreta y explicando el modus operandi de lo que alguna vez fue un organismo intachable y creíble.

Resumo la contratapa del libro con un fragmento para entender al seguidor fervoroso de Néstor Kirchner en su plenitud. “Los ejecutivos dicen que Moreno jamás les ha pedido una coima. Es que en eso consiste su papel en el teatro kirchnerista: en mostrarse feroz, insobornable y asfixiante ante ejecutivos que, por lo general, tienen mucho que esconder porque la transparencia es un bien escaso en todos los sectores de la Argentina.”



Notas Relacionadas:


Enfermos de Poder (Nelson Castro)
Lo suficientemente loco (Ariel Senosiaín)

sábado, 18 de julio de 2009

Entendiendo el próximo Apertura

Lo lento del mercado de transferencias del fútbol argentino refleja que la crisis financiera mundial tiende a severos coletazos en la economía de los conjuntos europeos, que exceptuando los casos particulares del Real Madrid y Manchester City, ninguno porta con una billetera abultada para poder llevarse las mejores joyas de Sudamérica. Y las cuentas son simples: si no llega dinero fresco a las alicaídas arcas de las instituciones no se podrá incorporar para el próximo semestre. Este razonamiento implica comprender que más allá de las salidas de Rodrigo Palacio, Radamel Falcao, Diego Valeri y Javier Pastore, las cuales dañan severamente el nivel de nuestro fútbol, los costos de estas transferencias no pueden compararse a las cifras movidas en otras épocas. La plata que ingresará por Palacio sólo le servirá a Boca para ajustar algunas deudas con el plantel y finiquitar los arribos a préstamo de Federico Insúa y el chileno Gary Medel.


River vive la misma situación con la baja de Falcao. Tapar agujeros financieros y preguntar por algunos futbolistas como Joaquín Larrivey para ver la eventualidad de que llegue prestado del Cagliari. Lanús, ya afianzado en su proceso de inserción de jóvenes proyectos, no sufrirá en demasía lo de Valeri, devaluado por sus desempeños en el último año, por culpa de una serie de lesiones que lo tuvieron a maltraer. Huracán apenas disfrutaba el 10% del pase de Pastore, aunque con su partida al Palermo le quedaron algunos dólares que empleará para quedarse con el 50% de Mario Bolatti.

Siguiendo esta lógica resulta incomprensible que jugadores en estadía por Europa resuelvan retornar a su país para cobrar infinitamente menos dinero y sin la seguridad de que ese pago se concrete. San Lorenzo, amén de la ayuda de Tinelli y cía, tomará a partir de ahora recaudos en la economía de la entidad, evitando la afluencia de contrataciones a préstamo del extranjero (Santana, Bottinelli, Solari, Fornaroli, Ledesma, etc) y situando un tope de $ 300.000 en los contratos del plantel profesional. De los Placente, D`alessandro y Barrientos a buscar futbolistas del ascenso como Maxi Ceratto (Defensores de Belgrano) y Marcos Brítez Ojeda (Los Andes) o la apuesta por Félix Orode, juvenil nigeriano.

La política en divisiones inferiores tendrá que profundizarse sí o sí en varios equipo. Si no se puede traer habrá que buscar abajo. No queda otra. Este proceso demandará tiempo y los resultados y el nivel en el campo de juego no serán para deleitarse, siendo una repetición de los últimos certámenes, salvo claro está, honrosas excepciones.

jueves, 16 de julio de 2009

Hasta América no paró

Un proverbio chino denota que “las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos”. Ahí quizás encontremos la respuesta para intuir por qué Estudiantes es por cuarta vez campeón de la Copa Libertadores. Los jugadores de Estudiantes tienen el alma así de grande como el estadio Mineirao, al cual enmudecieron en ráfagas de minutos truncando una fiesta que se preveía lógica hace una semana. Lejos de amilanarse con la presencia de 70.000 brasileños, el León honró su mágica historia copera, de hazañas inclasificables y pegó el gran grito. ¿Qué hubiese pasado si el juvenil Ramón Lentini no ponía la testa para clasificar agónicamente en el choque de repechaje ante Sporting Cristal? Meras suposiciones.

Se debe sostener un análisis de este Estudiantes campeón a partir de cinco razones.

· Un arquero de nivel internacional como Mariano Andujar, titular para Maradona en la selección, quien fue pieza indispensable en la fase final, en especial las dos visitas a Uruguay, y siempre mostró la seguridad suficiente en los diversos pasajes de la Copa donde su presencia ameritaba.

· Parecen lejanas las épocas donde Mauro Boselli se sentaba en el banco de suplentes de Boca para esperar algún resabio de minutos para poder desarrollar lo que sabía. En el día de ayer, Mauro se recibió crack. Presencia, calidad y un olfato goleador que muy pocos poseen.

· Una dirigencia seria que viene fortaleciendo al club con un proyecto a largo plazo, donde se compactan tanto los juveniles como los refuerzos que llegaron a La Plata. Esa simbiosis de futbolistas consagrados con chicos que apenas están dando sus primeros pasos constituyen un eslabón fundamental para entender este presente.

· La superación de las adversidades. De bancarse perder a dos soldados claves como Agustín Alayes y Marcos Angeleri y que tanto Cristian Cellay como la incorporación repentina de Rolando Schiavi, tapando el hueco del puesto de central, pudieran reemplazarlos con creces.

· Aquí quizás encontremos la razón más: Juan Sebastián Verón. De entraña pincharrata, con su viejo que es parte fundamental en la historia de Estudiantes, con esas ganas de hincha que lo hicieron volverse de Europa cuando decenas de conjuntos lo requerían. La Brujita no fue a tirar sus últimos cartuchos en el equipo que ama sino al contrario quiso repetir lo que hizo su papá Juan Ramón.

Párrafo aparte se merece Alejandro Sabella, quien luego de acompañar como ayudante de campo a Daniel Passarella en diferentes equipos y selecciones aceptó este desafío allá por marzo cuando Leonardo Astrada se había alejado de la entidad y el club navegaba en la intrascendencia tanto en la Copa Libertadores como en el torneo doméstico. A través de su mano, Estudiantes mutó hasta llegar a erigirse como un equipo aguerrido, de presión constante en todas las líneas, con aciertos tácticos en varios futbolistas como Cristian Cellay y en especial con Enzo Pérez, el mendocino que ayer sacó chapa a base de compromiso, despliegue y por sobre todo, quizás el don especial de este Estudiantes, una inteligencia inquebrantable durante los noventa minutos. ¿Qué hubiese pasado si el juvenil Ramón Lentini no ponía la testa para clasificar agónicamente en el choque de repechaje ante Sporting Cristal? América se habría perdido a un gran equipo. Salud Campeón.

martes, 14 de julio de 2009

El riesgo como factor de progreso

La carrera futbolística de Carlos Tevez siempre estuvo signada por apuestas arriesgadas. Desde aquella transferencia millonaria de Boca hacia el Corinthians brasileño, a mando de un iraní de nombre Kia Joorabchian con petrodólares en el bolsillo; pasando a uno de los peores equipos de la Premier League como lo fue en su momento el West Ham y finalizando con la experiencia venidera de vestir por cinco temporadas la camiseta de Manchester City, después de una temporada de ensueño en Manchester United durante el 2007-2008 y rezagado en la consideración de Sir Alex Ferguson en la pasada campaña, hecho sustancial para comprender la salida del argentino de los Diablos Rojos.

Tanto en Brasil como en Inglaterra, Tevez se moldeó a sí mismo. Maduró, creció como intérprete dentro del campo de juego y le siguió agregando elementos a su ya explosivo juego. En Corinthians arrancó con dudas pero finalmente se consagró campeón y figura en un equipo sin sobradas luces pero con el delantero haciendo pata ancha por soberbias actuaciones y convirtiéndose en un ídolo para la hinchada. Ya con la camiseta de West Ham, y en un conjunto mediocre, a través de sus goles (uno fundamental en la última fecha ante Manchester) lo pudo salvar del descenso. Digo pudo, no por pecar de argentinismo severo, sino que debemos afirmar que, sin la figura de Tevez, el destino de los Hummers era el descenso. En Manchester explotó. Un conglomerado de estrellas como Ronaldo, Rooney, Giggs y tantos otros le abrieron la puerta para formar parte de un equipo que se llevó la triple corona en 2007-2008 y en el que el argentino, nuevamente, se transformó en base a su talento y sacrificio en el niño mimado de la afición. La llegada del búlgaro Dimitar Berbatov cambió el panorama. Ferguson lo mandó al banco y la relación no tuvo retorno. Duelos verborrágicos y el ocaso de Tevez en Old Trafford. En total disputó 99 encuentros y marcó 34 goles.

En esta nueva etapa, Carlitos pisa el acelerador. Se pasa al archirrival, al enemigo histórico de toda la vida, otra entidad con demasiados petrodólares tras la asunción dirigencia de un grupo de árabes y que en la temporada anterior bordeó peligrosamente las zonas del descenso, a pesar de contar con un plantel para luchar más arriba. Allí se encontrará con el brasileño Robinho, el recién fichado paraguayo Roque Santa Cruz y su compatriota Pablo Zabaleta, quizás las tres figuras excluyentes del equipo dirigido por Mark Hughes, quien ya le dio la bienvenida al número 32: “Carlos es un jugador internacional de primera clase que posee todos los atributos que ayudarán a este club a avanzar. No sólo es técnicamente extraordinario, sino que es un goleador fiable. Nos da otra dimensión en el ataque". Allí irá Tevez, ése que en cada paso de su carrera asume riesgos. Como en la cancha.

domingo, 12 de julio de 2009

5 x 1 (Promesas del Apertura 2009)

Áxel Juárez (San Lorenzo): El juvenil nacido en San Miguel hace 18 años fue una de las primeras apariciones de las inferiores de San Lorenzo durante esta primera etapa de Diego Simeone como entrenador. Volante central, aunque en las cateogrías menores también se desempeñó como mediocampista por la derecha, debutó ante Gimnasia de Jujuy por la lesión de Jonathan Santana y ya tuvo sus primeros partidos en Primera. Técnico, de buena pegada y con incursiones en ofensiva se ganó la confianza del Cholo, que ya lo imagina como doble cinco junto a Juan Manuel Torres. "Quiero sumar minutos, ojalá que haya más oportunidades y pueda aprovecharlas. Me cuesta caer todavía, se lo decía a mi vieja: cuando terminó el partido en Jujuy me puse a pensar en todo el sacrificio que hice y eso me da más ganas de pelear por un lugar", manifestó Juárez, que a pesar de sus pocos minutos con la camiseta azulgrana ya cuenta con el beneplácito de la hinchada, que lo ve junto a Sebastián González, otro chiquilín, como una acertada apuesta a futuro.

Facundo Bertoglio (Colón): El Turco Mohamed le sigue dando lugar los juveniles y a los casos de Lucas Acosta y Alfredo Ramírez hay que agregarles a este mediocampista, del 30 de junio de 1990, y que ya ha tenido rodaje en el pasado Clausura 2009. De carácter ofensivo, asociándose con el mencionado Acosta, el Sabalero cuenta con sobrados momentos de fútbol cuando la pelota pasa por ellos. Bertoglio, desfachatado, encarador y con la filosofía adquirida del buen juego significa una muy buena noticia para un club que finalmente se ha decidido en promover los valores de abajo. A tenerlo muy en cuenta.

Nicolás Colazo (Boca): La cantera boquense sigue suministrando algunos valores que Alfio Basile seguramente tendrá en cuenta en su nueva etapa como entrenador xeneize. Debutó en la última fecha en la visita de Boca en Santa Fé ante Colón y mostró un repertorio interesante compuesto de despliegue, inteligencia con el balón en los pies y carácter para plantarse en el campo de juego. El manager Carlos Bianchi elogió sus cualidades al igual que Basile y en el próximo semestre seguramente tendrá muchos minutos para demostrar ese potencial, afirmado por quienes lo conocen desde la etapa de inferiores. ¿Qué sueña Colazo? "Con ganarme un puesto y jugar muchos partidos. Ese es mi primer sueño. Y después, con salir campeón en Boca..."

Maximiliano Lugo (Lanús): Quienes conocen de lleno las inferiores de Lanús admiten que la nueva camada que prosigue a los Blanco, Lagos, Fritzler, González y tantos otros futbolistas de valía nacidos en la entidad está liderada por este joven, de apenas 19 años y que el técnico Luis Zubeldía ya dio pista libre en la Primera División. Su posición natural es defensor central pero ya ha actuado como lateral por izquierda y en el último partido ante San Martín de Tucumán acompañó a Fritzler en la contención del mediocampo. Sin una gran contextura física pero sobrio y confiable en la recuperación aparecerá más seguido en el once titular del Granate. Un proyecto de Lanús, otro más.

Marcos Rojo (Estudiantes): Segundo marcador central, de 1,73 m y hábil con la pierna zurda viene siendo seguido por los diferentes entrenadores que pasaron por Estudiantes. Primero Roberto Sensini que lo hzio concentrar por primera vez; también con Leonardo Astrada siguió entrenando con el grupo profesional y a partir de la llegada de Alejandro Sabella y en un contexto donde el Pincha se desempeñaba en dos torneos provocó que Rojo apareciera disputando algunos partidos, entre ellos la victoria ante River en el Monumental, con gol incluido suyo, donde le tocó enfrentarse con Cristian Fabbiani y no pasó ningún sobresalto. Capitán de la quinta división antes de debutar, el juvenil Pincha pinta como una de las apariciones más importantes del fútbol argentino. Veremos qué dictamina el tiempo.
5 x 1

viernes, 10 de julio de 2009

La razón de ser

En situaciones se menosprecia al futbolista. Se lo toma como un sujeto menor, sin conocimiento de la realidad del país y por ende desconociendo las problemáticas de sus compatriotas. Como si la burbuja en la que está inmerso no lo deja ver más allá de sus narices. Al pulular ejemplos que rozan lo bizarro, cercanos al alcohol, los excesos, la noche, fiestas interminables y muchas chicas alrededor como señuelos en busca del gran pez vaya que es válido encontrar ejemplos como Juan Sebastián Verón en términos de poder expresar ideas concretas, responder las críticas del periodismo (como se ve en el video) y no balbucear frases como, lamentablemente, sucede en el fútbol argentino. Esto se desencadena por un origen humilde, de escasa educación, donde la única salida de esa realidad se consolida con la pelota en los pies. El de Verón puede ser acompañado por los Juan Pablo Sorín, Javier Zanetti, Guillermo Barros Schelotto, Pablo Zabaleta y tantos otros que con el micrófono de frente expresan ideas concretas y no responden la obligación sino lo que verdaderamente sienten. Estos ejemplos se verifican ciertamente en una historia relacionada con la educación nutrida en el seno familiar, privilegio que no todos pueden tener para desgracia de nuestro país. Mirando hacia atrás un caso paradigmático resultó el de Jorge Valdano, una persona ilustrada por donde se la mire que tuvo la característica de ser un brillante jugador con repercusión mundial. Lo importante en este caso, para las generaciones futuras, será comprender que la pelota no es la única solución financiera de sus vidas, sino meramente un instrumento para configurarse en actores sociales que ayuden, como cada uno de nosotros, a construir una sociedad mejor, donde el comprometerse sea una palabra corriente. Ante el facilismo de los millones de dólares, de los entornos malogrados y como diría Maradona, de pasar de Fiorito a que me revolearan de una patada en el culo a París, a la Torre Eiffel, el futbolista debe pensar que no solamente su función es hacer bien su trabajo y generar felicidad en la gente, sino también, por su activo rol en la sociedad, brindar con inteligencia su opinión de lo que nos pasa.

miércoles, 8 de julio de 2009

La nueva moda

La palabra manager se ha puesto de moda en el fútbol argentino. Función pocas veces colocada en un organigrama claro y preciso para delimitir cuáles son sus funciones y en cuáles no debe inmiscuirse. Pasando por Carlos Bianchi en Boca, Cristian Bassedas (foto) en Vélez, hasta las recientes llegadas de César Luis Menotti y Alberto Acosta en Independiente y San Lorenzo respectivamente. El ejemplo europeo por excelencia es el de Jorge Valdano en el Real Madrid, una persona muy vinculada a la institución, ganador como técnico y con sobrada experiencia en términos empresariales y de marketing. Sin embargo, en Argentina no se ha consolidado esa imagen de manager o director deportivo, como quiera llamárselo, y se plantea la situación de que es alguien colocado por la mismísima dirigencia para vigilar los pasos del entrenador, o por qué no reemplazarlo si los resultados no son los correspondidos.

Carlos Bianchi salió herido en sus primeras experiencias en Boca. El caso Caranta lo dejó mal parado, sin respuestas y ante un inerte Carlos Ischia, reticente a dialogar con el futbolista. Luego llegaron las cifras del contrato que había firmado con el club, monto que superaba al de los mejores valores del plantel. Tiempo después se redujo el sueldo a la mitad y ahora está renegociando los contratos con suerte dispar. El caso de Ibarra sale a la luz. En el medio se fue Ischia, volvió y se fue de nuevo. Un desmanejo extraño en una institución que no estaba acostumbrada a estos contextos. Bianchi no salió airoso. Diferente panorama fue el de Cristian Bassedas, llegado con la nueva dirigencia que aterrizó en Vélez. El ex futbolista decidió la llegada de Ricardo Gareca, una apuesta arriesgada teniendo en cuenta la larga inactividad dirigiendo el fútbol local y le salió redondo. Con el Tigre organizó el plantel, los refuerzos y finalmente logró el objetivo de ser campeón. Es una fuente de consulta, conoce el vestuario y hasta ahora no enfrentó ningún problema de severidad.

Lo de César Luis Menotti es diametralmente opuesto. Recién incorporado como manager tendrá que lidiar con un plantel convulsionado por el enojo, justificado vale aclarar, del hincha por las magras campañas. Con poco dinero en el bolsillo tendrá que charlar con Gallego para renovar a un equipo necesitado de puntos para la próxima campaña. Apenas iniciada la pretemporada, existen disidencias con el tema Machín, que viaja, que no y también con los asuntos de Guillermo Rodríguez y Leandro Gioda. Demasiados frentes de tormenta. El tiempo determinará si el Flaco podrá enderezar desde su función a un club a la deriva. "Ahora me voy a juntar con el Cholo para ver lo que él quiere y en qué nos podemos ayudar para el bien de San Lorenzo". Con estas palabras Alberto Acosta confirmó los rumores que circulaban hace unos días sobre la nueva organización que pensaba plasmar Marcelo Tinelli en el funcionamiento de la entidad, conformado por profesionales en distintas ramas y con un manager de fútbol. Acosta, uno de los últimos ídolos de la institución, será un nexo entre la Comisión Directiva y el plantel profesional, relación tirante desde las épocas de Ramón Díaz. Su llegada cuenta con la aprobación de los hinchas y se convertirá en el quinto manager que tendrá San Lorenzo en los últimos años, después de las experiencias de Jorge Rinaldi, Pablo Michelini, Javier Valdecantos y Jorge Berrios.

NoTe: ¿Estás de acuerdo con la llegada de Managers al fútbol argentino?

lunes, 6 de julio de 2009

Con V de victoria

El triunfo de un modelo institucional a veces no simboliza plenamente el éxito deportivo inmediato a grandes niveles sino que al contrario reside en construir la grandeza de la institución paulatinamente, superando escollos y posibilitando el desarrollo social. Vélez halló conveniente este mensaje. Un club sólido, conformado por miles de actividades deportivas, un estadio de nivel internacional, una Villa Olímpica que sería la envidia de muchos conjuntos europeos y unas divisiones inferiores que están en el podio de talento del fútbol argentino. Bien por Vélez que creyó en la profundización del modelo ejecutado décadas atrás por el gran José Amalfitani,. Dejando de lado la irracionalidad de otros clubes, que despilfarran millones de dólares en préstamos, contrataciones y comisiones y donde el desencanto de los hinchas es moneda corriente, vale lo obtenido por Vélez, que excede más allá de la obtención del Torneo Clausura 2009.

En el plano futbolístico la tarea de Ricardo Gareca puede delimitarse en diferentes elementos productivos en la constitución de un equipo aguerrido, utilitario y con ciertas piezas con un rendimiento acorde a lo que se esperaba de ellos. Sebastián Domínguez y Maximiliano Moralez superaron con creces la inversión que hicieron por ellos. El ex Newell`s se transformó en una referencia insoslayable en la defensa y el chiquitín, a pesar de un tobillo maltrecho que lo aquejó sobre las partes finales del campeonato, marcó el gol del campeonato y redondeó una imagen positiva. Bien por el entrenador por otorgarle confianza a Nicolás Otamendi, la revelación del campeonato, un chico que juega con la valentía de un hombre que pasó mil batallas y también a Franco Razzotti, un 5 que estaba perdido en Perú y que en su vuelta al club disfrutó la tarea de reemplazar a Somoza, fin que cumplió a la perfección.

El polifuncional Víctor Zapata pudo sacar a relucir un liderazgo que tanto se esperaba de él, superando los cortocircuitos con el público y siendo el motor de mitad de cancha en delante de un conjunto que terminó con la valla menos vencida, amén de un Germán Montoya sólido y una fortaleza sustentada desde los laterales con Papa y Cubero o en su defecto el juvenil Gastón Díaz, partícipe en algunos encuentros. Arriba Hernán Rodrigo López confirmó su pasado goleador en América y fue a la postre el goleador del campeón, que tiene la cualidad de ser igual a lo que es Vélez como institución. Sólido, coherente y exitoso.

domingo, 5 de julio de 2009

Su majestad

viernes, 3 de julio de 2009

5 x 1: Milagros inesperados

Pablo García (Real Madrid): A veces hay contrataciones que son inexplicables. Ésta es una. No por quitar cualidades a este futbolista charrúa, de marca, sacrificio pero con escaso vuelo con la pelota en los pies. Jamás habría imaginado en su Montevideo natal que vestiría la camiseta de la Casa Blanca. Sin embargo, se dio ese gusto, que muy pocos se lo han dado. El Madrid abonó 5 millones de euros para contratar sus servicios pero apenas pudo terminar una temporada en el Bernabeú. Luego fue cedido al Celta, Murcia y ahora se desempeña en el PAOK de Grecia.

Leonardo Grimi (Milan): Entrenándose con Racing se enteró de que había sido transferido al Milán. Milagros inesperados en la vida de un futbolista que había iniciado su carrera en Huracán y que luego alternaba en la Academia con rendimientos desparejos. Con la movida de su representante pisó suelo italiano y sus primeras palabras denotaron que su objetivo era reemplazar a Paolo Maldini. Sin palabras. Una temporada sin mucha participación y la cesión al Siena, donde pudo desarrollarse de mejor forma. Ahora está en Portugal vistiendo la camiseta del Sporting de Lisboa.

Maxi López (Barcelona): Sé que al decir esto miles de fanáticos del blondo delantero estarán en pie de guerra pero realmente su llegada al Barcelona no encuentra explicación. Casi 7 millones de dólares por un valor promisorio pero que en River quedó marcado a fuego por fallar ese penal en las semifinales de la Copa Libertadores ante Boca. Desempeños no fructíferos, que desencadenó en suplencias y de golpe pisó Cataluña. Se dio el gusto de consagrarse en la Champions 2006 disputando los minutos finales en la semifinal ante Milan. Se hizo amigo de Ronaldinho y está casado con Wanda Nara. Ah, pasó por Rusia, Mallorca y ahora está en Brasil, más precisamente en Gremio.

Esteban González (Lazio): Acá hubo presencia divina. Nadie puede dudarlo. Que Teté haya vestido la camiseta de Lazio disputando el Calcio merece un reconocimiento por parte de los emisarios, dispuestos a colocar a cualquier jugador en el mercado europeo. A pesar de que el conjunto italiano no pasaba su mejor momento financiero, Teté no fue solo ya que también lo acompañaron Leonardo Talamonti y Brian Robert, hoy enganche de Platense. Fue a préstamo por un año y volvió enseguido. Hoy la lucha con el Lobo para dejarlo en Primera.

Nelson Rivas (Inter): Qué representante hermano! El ex River, apodado Tyson por su rigurosidad en la marca y en poner la patita de más llegó al Inter de las estrellas y comparte vestuarios con Ibrahimovic, Julio César, Materazzi y tantos otros. El colombiano no está en la consideración plena del entrenador Mourinho pero desde hace dos temporadas se mantiene con la camiseta neroazzurra.
Notas relacionadas:

miércoles, 1 de julio de 2009

Jugando con fuego

Es una situación difícil la de San Lorenzo. En primer lugar, el enojo de los hinchas, tras un magro semestre, se enfocó en la figura de algunos futbolistas, cuestionados por actitudes extradeportivas, tales como Andrés Silvera, Adrián González, Diego Rivero y en especial con el arquero Agustín Orión. Sin embargo, en la carpeta de Diego Simeone en el rubro bajas no aparecen estos apellidos sino en otros de menor relieve como Cristian Tula, Hernán Peirone, Leonel Rinaldi y Cristian Chavez, este último con más rodaje en la etapa del Cholo pero que no conformó al entrenador.

En declaraciones a los medios de prensa, Simeone destacó que debe protegerse el patrimonio del club, el cual es poco y pidió que se queden los jugadores castigados por los hinchas y a su vez charló con la dirigencia para la prórroga de los contratos de Jonathan Bottinelli, Jonathan Santana y Santiago Solari, otros tres que tampoco rindieron a lo esperado desde su llegada. El que sí hará las valijas es Gonzalo Bergessio, el más regular, quien tiene ofertas de Italia y Portugal. El técnico sabe que juega con fuego. Si los resultados no aparecen, se lo castigará por no haber hecho la limpieza tan pedida por el público y también en las voces de algunos dirigentes en la Comisión Directiva.

En su pensar, Simeone considera clave mantener a estos hombres en la estructura del equipo y poder agregar algunos futbolistas que le otorguen otras cualidades a este plantel. Se nombra a Ignacio Piatti, Luciano Figueroa, el chileno Marco Estrada y hasta la joya de Los Andres Brítez Ojeda. ¿Se verá el apoyo del grupo inversor liderado por Marcelo Tinelli para esta temporada? Habría que preguntarse dónde San Lorenzo encontrará jugadores del estilo de González, Silvera y Orión, por citar algunos casos, que pertenecen a la institución. Habrá que preguntarse también cuánto durará la paciencia de los simpatizantes, reacios a que permanezcan estos apellidos, si los resultados no son los esperados. Demasiado riesgo para una temporada que ni siquiera empezó.

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