Siempre se llega a la misma cuestión. Pasan los días y la actuación de los deportistas argentinos en los Juegos Olímpicos resulta opaca viéndolo a partir de diferentes perspectivas que fueron sucediéndose en esta cita olímpica. Empezando desde el pobrísimo rendimiento de Georgina Bardach (bronce en Atenas 2004), pasando por la floja actuación de Santiago Fernández en remo y finalizando en la perfomance del equipo de tenis en Beijing denotan que las ilusiones argentinas en los Juegos Olímpicos se desvanecen apenas enfrentamos a países que cumplen un cronograma serio de trabajo y apoyo económico para sus deportistas, quienes luego retribuyen con éxito deportivo ese esfuerzo que se hizo anteriormente.
En Argentina se da ese fenómeno pero tristemente al revés. Primero tenés que conseguir algún torneo, premio o gratificación internacional para que alguien se acuerde de a vos y luego tener la suerte (no tan fácil) de conseguir algún sponsor que soporte los gastos lógicos que requiere cualquier preparación en la alta competencia. Igual si estas líneas transcurrían hace 4 años dirían exactamente lo mismo. El deporte argentino es una gran agonía paulatina, que no muere pero tampoco puede vivir de la manera adecuada con el fin de competir de igual a igual con los otros países.
No será cuestión de rasgarnos las vestiduras y expresar que el deporte tiene que ser la prioridad número 1, postura idiota ya que ciertamente hay otras vertientes como la salud, seguridad y trabajo que inexorablemente se encuentran en las necesidades más urgentes. En un territorio en el que la mortalidad infantil está en alza y hay chicos que se siguen durmiendo con hambre, todo parece irrelevante y excesivo en el reclamo.
Esto no quita la enorme responsabilidad que tienen las autoridades argentinas, las cuales siguen demostrando su poca idoneidad para permanecer en un cargo que, sin pecar de soberbio, les queda demasiado grande. Al consumarse los Juegos diremos que esto se veía venir, que faltan fondos y la mar en coche. Mientras, las medallas son ajenas…
En Argentina se da ese fenómeno pero tristemente al revés. Primero tenés que conseguir algún torneo, premio o gratificación internacional para que alguien se acuerde de a vos y luego tener la suerte (no tan fácil) de conseguir algún sponsor que soporte los gastos lógicos que requiere cualquier preparación en la alta competencia. Igual si estas líneas transcurrían hace 4 años dirían exactamente lo mismo. El deporte argentino es una gran agonía paulatina, que no muere pero tampoco puede vivir de la manera adecuada con el fin de competir de igual a igual con los otros países.
No será cuestión de rasgarnos las vestiduras y expresar que el deporte tiene que ser la prioridad número 1, postura idiota ya que ciertamente hay otras vertientes como la salud, seguridad y trabajo que inexorablemente se encuentran en las necesidades más urgentes. En un territorio en el que la mortalidad infantil está en alza y hay chicos que se siguen durmiendo con hambre, todo parece irrelevante y excesivo en el reclamo.
Esto no quita la enorme responsabilidad que tienen las autoridades argentinas, las cuales siguen demostrando su poca idoneidad para permanecer en un cargo que, sin pecar de soberbio, les queda demasiado grande. Al consumarse los Juegos diremos que esto se veía venir, que faltan fondos y la mar en coche. Mientras, las medallas son ajenas…
6 comentarios:
very nice! hahahahaha
Que bronca que tengo, miras los juegos y ves perder y perder. Damos lastima en deporte.
www.muymerengue.com
Si la verdad q los juegos no van con el pais, que lastima. Uno ve el medallero y ve a paises 10 o 20 veces mas chicos con 10 veces mas medallas!
Un saludo, nos leemos...
Devo
El Balón Europeo
POST: ‘‘Italia es la gran esperanza europea’’
Los Juegos no suelen tener mucho impacto mediático en muchos países.
Un saludo.
http://marcador-deportivo.blogspot.com/
hace falta una política deportiva .
el deporte no es la prioridad numero uno, pero es algo muy importante en la formación y desarrollo de la persona.
mira cuba, una islita pequeña y como se trabaja .
ahí mucha guita no hay, nooo?
me enferma que en este país del tercer mundo se gaste guita rn mandar a todos estos pibes a que salgan últimos.
No es sólo una cuestión de los dirigentes. Los deportistas tb tienen su responsabilidad, Bardach y el Pollo Fernandez fracasaron en Beijing.
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