"Dios se acordó de mí"

El entrenador de River, Daniel Passarella, señaló que "Dios se acordó" de él, luego de la victoria obtenida en la tarde del domingo ante Boca por 2 a 0, en el estadio Monumental de Núñez."Dios se acordó de mí. Por suerte no está ayudando mucho. La verdad que durante mucho tiempo nos costó ganarle a Boca, hablo de mi primera etapa en el club, y ahora se dio vuelta la historia, nosotros antes ganábamos campeonatos y como perdíamos los clásicos la gente se enojaba conmigo. Y ahora que ganamos clásicos y no campeonatos la gente sigue enojada conmigo", agregó un sonriente Kaiser. Sobre la labor de Ariel Ortega, la gran figura de la cancha, en un equipo de River de rendimientos muy parejos, Passarella mostró su felicidad por el gran momento del Burrito."Ariel –por Ortega- por suerte está muy bien y verlo en familia, junto a sus hijos, me pone muy feliz. Es una pelea que estamos ganando. Por eso digo, que su actuación es la cereza encima de la torta", aseveró. Con esta victoria River quedó a 6 puntos de Independiente, el único líder del torneo Apertura, que este domingo cayó con Newell’s, y nadie se baja del sueño de quedarse con el título.

Razones estrictamente de horarios no pudieron que logre desmenuzar el clásico jugado ayer en el Monumental entre River y Boca, con victoria para los millonarios por 2 a 0. El equipo de Passarella muere y resucita continuamente. Es goleado por Tigre, vence heroicamente por la Sudamericana al Botafogo, vuelve a perder estruendosamente ante Argentinos y ahora se da el lujo de superar con claridad y con ratos de baile a su eterno rival, quien se mostró apático y endeble como cada vez que sale de la Bombonera. Las derrotas ante Argentinos, Colón y Newell`s son una muestra cabal de lo mencionado anteriormente. Miguel Russo jamás encontró la fórmula para superar el escollo que le propinó River, que con esta victoria, parece recuperar nuevamente su alma futbolística, basándose en la figura insoslayable de Ariel Ortega, quien luego de varios inconvenientes de tinte personal (ya conocidos) parece volver a su antiguo nivel. Si bien ya con 33 años no posee esa idéntica gambeta que floreó por todos los campos del mundo, pero en cambio con su madurez táctica y conceptual a cuestas se ha convertido en un referente sólido para las nuevas camadas. Como Diego Buonanotte, aquél escurridizo volante que surgió en su faz mediática hace 2 años, pero que desapareció luego de un tratamiento arduo para enhebrar la masa muscular que necesitaba para desarrollar su juego sin ventajas, otro que se erigió como el cómplice ideal del jujeño para construir esta victoria de River que lo deja expectante de cara a la recta final del Apertura. Un acierto clave del técnico, quien planteó un partido de la mejor forma, ubicándolo a Ponzio como lateral por la izquierda, el cual anuló al obsoleto Rodrigo Palacio, quien nunca ha aparecido en los momentos claves que lo necesita el equipo. Respeto disidencias. Y si a esto le sumamos la actuación de Oscar Ahumada, relevando a los volantes por afuera, aportando marca y presencia en un espacio caliente de la cancha como es el mediocampo, sumado al aporte goleador del colombiano Radamel Falcao, quien con 5 goles en los últimos 3 partidos se ha convertido en la referencia goleadora que necesita cada conjunto que quiere lograr cosas importantes. Ayer se dió todo y por eso se da una pauta que en el Superclásico hubo baile. Y que por obvias razones, la música la puso La Banda. Como tiene que ser.