Yo peseteo, Tu peseteas...

Debo admitir que siento cierta dosis de incredulidad cuando contemplo a los hinchas enojándose con futbolistas que se van de sus clubes con el objetivo de llegar a otros destinos. Palabras como pesetero, traidor y demás adjetivos calificativos pululan en el sentimiento de la gente. En este fútbol moderno, se debe acabar con la idea del amor por la camiseta. Lo dijo Juan Pablo Carrizo, en su momento arquero de River y en momentos que la entidad de Nuñez había sido eliminado por San Lorenzo en la Copa Libertadores. Los futbolistas son mercancías que utilizan su fuerza de trabajo para la institución que abone más por sus servicios.

El caso reciente de Sebastián Abreu produce que esta discusión vuelva al tapete. El uruguayo dejará River para transformarse en nuevo refuerzo de la Real Sociedad, que actualmente se desempeña en la Segunda División. Las razones de esta inesperada partida, teniendo en cuenta el rol de líder que hubiese tenido Abreu en este nuevo proceso comandado por Néstor Gorosito, se sustentan básicamente en la esfera económica. El uruguayo prefiere abandonar a uno de los equipos más importantes de América para continuar su carrera en un conjunto de la B de España. Suena inexplicable pero la realidad nos marca esto.

Apenas consumado el título del Clausura, el delantero partió inesperadamente al fútbol de Israel, también motivado por la suculenta oferta que le había llegado. Su destino fue el Beitar Jerusalem, equipo que posteriormente no pudo clasificarse a la Copa de Campeones, y que dicha resolución generó en Abreu las ganas de retornar al fútbol argentino. River le abrió las puertas nuevamente y parecía que el romance que se había iniciado con la obtención del torneo continuaría. Sin embargo, luego del desaire propinado por el punta que no viajó a Mendoza con el resto del plantel, la relación se fracturó por siempre. Los hinchas lo acusan; los dirigentes no lo quieren ver ni por asomo y el mismísimo Abreu perjura que lo suyo no fue una traición. ¿Y entonces?

NoTe: ¿Qué te parece lo ocurrido con Abreu?