Todo crece

"Mirando como todo crece como crece. Todo a mí alrededor crece. Como mi planta cuando florece. Todo a mí alrededor crece". Una canción de Kapanga llamada Crece habla de las pequeñas cosas de la vida que poseen un nacimiento y con el correr del tiempo se constituyen en formas concretas que nos hacen sentir felices. Tal vez sea una comparación odiosa y con una dosis de osadía plantear que este inicio de la era Maradona puede germinar a futuro en algo provechoso para el fútbol argentino. Siento desde el fondo de mi ser que si crece Messi, Tevez se convierte en el delantero del pueblo, ése con una guapeza que no se le notaba en los últimos tiempos, más ocupado en pelearse con los rivales que en demostrar en el campo de juego sus raíces que simbolizan la entrega y la garra interior durante los noventa minutos. Veo que si crece Jonás Gutiérrez la discusión por quién debería ocupar la franja izquierda queda obsoleta. Que si el ex Vélez sigue con esta clase de actuaciones será un eslabón fundamental en los próximos años de Argentina.

Que si la defensa no se siente del todo cómoda crece la figura de Juan Pablo Carrizo, suplente en un conjunto mediocre de Italia, pero con una calidad probada y forjando un carácter propio para ocupar el arco del seleccionado. Que si crece Mascherano como lo hizo durante el segundo tiempo, el mediocampo se convierte en una muralla para cualquier rival que nos enfrentemos. Que si el público argentino crece ya no debería silbar a Verón, sino comprender que el tiempo pasó y algunas heridas hay que cicatrizarlas por siempre. Que si estamos todos juntos esto va a estar bueno en serio. Crecer, se trata de eso.