Vaya si el fútbol argentino tiene males. Desde su máximo exponente Julio Grondona, quien hace más de 30 años no abandona ni por puta, como diría mi abuela, el sillón de la calle Viamonte, en una actitud más cercana a los tanques que al pluralismo ideológico, aunque haga alarde de que a él lo eligen democráticamente los mendigos, dícese presidentes de los clubes agobiados por las deudas. Desde la televisión que digita la vida de todos y dictamina qué se juega, cómo se juega y un poco más el por qué se juega hasta ver los clásicos bodrios que solemos contemplar todos los benditos fines de semanas. Futbolistas mercenarios, periodistas mediocres y el amor por la camiseta tirado en el suelo, bastardeado como si fuera una basura.
Puede comprender señor lector que para señalar males que aquejan al deporte nuestro por excelencia estamos mandados a hacer. Ahora sí, que durante cada fecha en los 10 partidos de Primera no haya un solo tipo, pero un solo tipo en serio, que sepa patear correctamente un corner eso sí que no lo puedo soportar. Oportunidades de gol claramente desaprovechadas por individuos que se dirigen a patear el corner como si un Tribunal árabe los haya condenado a muerte. Corners tirados al primer palo, bajos, intrascendentes para cualquier amenaza ofensiva, que no van hacia donde se encuentran la mayoría de los supuestos destinatarios y que son rechazados por cualquier rival que se digne a ubicarse en el lugar donde todos sabemos que va a ir.
Extraño los corners bombeados, ésos que te ponían el corazón en la boca para los tuyos y para los de ellos. Extraño la adrenalina fatal de esas milésimas de segundos de peligro. Extraño el griterío de la hinchada cuando la pelota pasaba la línea y el árbitro decía que era saque de esquina. Ahora ya nadie grita. ¡Qué vamos a gritar si no pueden levantar la pelota! Igual les rescato la moral de varios futbolistas, que a pesar de comprender que el ejecutor de su propio equipo jamás llegará a transportar el balón hacia donde están, ellos siguen haciendo ademanes para que alguna vez les llegue la pelota en el lugar donde la pidieron. Saben que es una lucha en vano y sin embargo lo intentan. Por eso los admiro. Con tipos así, la Argentina estaría mucho mejor…
7 comentarios:
Muy buena nota, más realista imposible. Adhiero totalmente, desde la primer y hasta la última línea, incluyendo lo del mandamás Grondona.
Un abrazo
NACHO
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Un tremendo mal el de los corners, parece que los jugadores han perdido las fuerzas. Ni siquiera se ven goles de anticipo en el primer palo, es tremendo, este aspecto esta muy dejado de lado en el futbol argentino, y se nota hace rato.
Saludos Note!
El Balón Europeo
Bien destacado un aspecto casi cotidiano del fútbol argentino, slds
la verdad, que un desastre, esperemos no tener que esperar a que se muera gr*ndona para encontrar recambio
saludos
http://d-coleccion.blogspot.com
En España, tenemos otro Grondona con Villar que lleva más de 20 años en la Federación. Un abrazo.
Estoy harto de los córners que no superan el primer palo porque los corta el primer defensor. En Europa tampoco hay demasiados jugadores que los saquen bien.
Saludos!!
Gracias a todos por pasar!
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