–¿Hacia dónde cabalga, señor?
–No lo sé –respondí–, sólo quiero partir, sólo partir, nada más que partirde aquí. Sólo así lograré llegar a mi meta.
–¿Entonces conoce usted la meta? –preguntó él.
–Sí –contesté–. Ya te lo he dicho. Partir, ésa es mi meta.
–¿No lleva provisiones? –preguntó.
–No me son necesarias –respondí–, el viaje es tan largo que moriré de hambre si no consigo aumentos por el camino. No hay provisión que pueda salvarme. Por suerte es un viaje realmente interminable.
8 comentarios:
Bonita historia.
Saludos desde La Escuadra de Mago
¡Si, si, si!
Eso: partir por el mero hecho de partir.
Ay, qué lindo... (=
Por lo pronto, no suelo viajar en subte, pero lo voy a tener en cuenta si alguna vez la vida me lleva por la línea E, jaja.
Saludos, che!
Buena adri haciendote el culto, ajajaja saludos!
muy bueno, de esas reflexiones que no tienen explicación, simplemente quedan rebotando en la cabeza.
Es tan breve que no tiene resumen o explicación.
Un groso Frank...
ahora bien, que diría de Guido??? ah no, es parecido el apellido, pero se cagaria de un tiro tambien (¿?)
Hace tiempo tenía pensado subir algo piola de este majestuoso autor. Ojalá les haya gustado. Tratamos de agregarle al blog otras cositas. Saludos!!!
Alguna vez lo hice de esa manera, y a veces, no se... me vuelven unas ganas....
Ni siquiera soy original jajaj.
Como siempre, excelente elección
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