Afirmo que eligió bien. Y lo mantendré hasta el final. La asunción de Florentino Pérez como nuevo presidente del Real Madrid impulsó un ir y venir periodístico que oscila desde la llegada de Jorge Valdano, nuevamente en posición de poder en torno a las decisiones políticas y relojeando el andar del equipo en el campo de juego, hasta la elección del próximo entrenador, en reemplazo de Juande Ramos. También, y como cada oportunidad en que se abre el mercado, el nombre de Kaká, el estratega del Milán, resurge como candidato a vestirse de blanco. Cuestión que parece ya definida. Y a esta altura quién puede asegurar que la figura de Cristiano Ronaldo, en su particular e inestable relación con Sir Alex Ferguson, no será ligada nuevamente a la Casa Blanca. El objetivo del post tiene la humilde pretensión de felicitar a Florentino por considerar a Manuel Pellegrini como el técnico ideal para esta coyuntura del Real Madrid. Serio, trabajador, inteligente y con vasta experiencia en el fútbol sudamericano y también en Europa, basándonos en su brillante campaña con el Villarreal, al chileno le ha llegado la oportunidad de su vida. También para Rubén Cousillas, ladero inseparable suyo desde los inicios en ese San Lorenzo tumultuoso del verano 2001. Dos tipos excelentes, y con conocimiento de causa lo digo.
Manuel constantemente ha sido observado con desconfianza. Desde aquella aventura en Argentina, donde por su labor de ingeniero, varias voces de modo risueño y teniendo en cuenta su nula experiencia en el medio local, argumentaban que vendría a terminar los faltantes del estadio de San Lorenzo. Calló las críticas con trabajo, trabajo y más trabajo y sacó al club campeón del Clausura y en ese mismo año conquistó la Copa Mercosur, el primer título internacional del Ciclón. Su periplo por River no fue lo más fructífero teniendo en cuenta la gran expectativa depositada con un plantel de estrellas. A pesar de ello, se dio el gusto de ganar un torneo y llegar a la final de la Copa Sudamericana. Pensemos en voz alta que su proceso fue de lo más productivo en Nuñez en la nefasta gestión Aguilar. Lo de Villarreal es archiconocido. Un equipo ignoto erigido como unas de las joyas del Viejo Continente. A su imagen y semejanza. Filosofía de orden y respeto por la pelota, combinado con una excelente utilización de la pelota parada y ese despliegue constante, argumentos que han conformado su receta para estos años de esplendor del Submarino Amarillo.
Ahora llega al Madrid. Seguramente lo mirarán con desconfianza, alegando que era la segunda opción detrás de Carlo Ancellotti, que su experiencia todavía no es suficiente para conducir los rieles de un club tan emblemático y la mar en coche. Manuel, apodado Peligrosini en sus épocas de rústico defensor, hará lo que mejor sabe: trabajar y conseguir resultados. Buena suerte Ingeniero. O mejor dicho, haga lo de siempre Manuel...
Manuel constantemente ha sido observado con desconfianza. Desde aquella aventura en Argentina, donde por su labor de ingeniero, varias voces de modo risueño y teniendo en cuenta su nula experiencia en el medio local, argumentaban que vendría a terminar los faltantes del estadio de San Lorenzo. Calló las críticas con trabajo, trabajo y más trabajo y sacó al club campeón del Clausura y en ese mismo año conquistó la Copa Mercosur, el primer título internacional del Ciclón. Su periplo por River no fue lo más fructífero teniendo en cuenta la gran expectativa depositada con un plantel de estrellas. A pesar de ello, se dio el gusto de ganar un torneo y llegar a la final de la Copa Sudamericana. Pensemos en voz alta que su proceso fue de lo más productivo en Nuñez en la nefasta gestión Aguilar. Lo de Villarreal es archiconocido. Un equipo ignoto erigido como unas de las joyas del Viejo Continente. A su imagen y semejanza. Filosofía de orden y respeto por la pelota, combinado con una excelente utilización de la pelota parada y ese despliegue constante, argumentos que han conformado su receta para estos años de esplendor del Submarino Amarillo.
Ahora llega al Madrid. Seguramente lo mirarán con desconfianza, alegando que era la segunda opción detrás de Carlo Ancellotti, que su experiencia todavía no es suficiente para conducir los rieles de un club tan emblemático y la mar en coche. Manuel, apodado Peligrosini en sus épocas de rústico defensor, hará lo que mejor sabe: trabajar y conseguir resultados. Buena suerte Ingeniero. O mejor dicho, haga lo de siempre Manuel...
2 comentarios:
Pellegrini es un genio y quien lo eligió o elija como DT estará siempre en un acierto. En Argentina demostró cuán DT es.
Danchovski
Pellegrini es un magnífico entrenador y opinio que llega en su mejor momento, habiendo acumulado experiencia y a un equipo que necesita orden para funcionar. Un saludo
http://deparadinha.blogspot.com
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