Carlos Bianchi: ¿con el serrucho entre los dientes?

El retorno de Carlos Bianchi a la dirección técnica, según los rumores instalados a partir de la publicación de Clarín, sumados a las declaraciones del presidente xeneize Jorge Amor Ameal que no descartó un tercer período del Virrey al mando de Boca, sin dudas, ponen a la deriva el proceso que en la actualidad está comandando Alfio Basile. Hay una verdad a secas: Bianchi no se siente cómodo en la función de manager, salpicado por las versiones de llegada de futbolistas a Boca representados por su hijo Mauro y de una relación incierta y por ahora sin reciprocidad con Basile, quien lo contempla, y más ahora, como un factor desestabilizador para su gestión como entrenador.

El que sale perjudicado con esta suma de versiones finalmente es Boca, que tras un 2009 aciago desde el plano institucional y deportivo, con un pasivo que supera largamente los 130 millones de pesos y sin el ingreso de la Copa Libertadores, deberá enfocar los cañones para quedarse con el próximo Clausura. El cuerpo técnico admite que si el semestre no es ganador seguramente el paso al costado será irremediable. Si eso ocurriese, la figura de Bianchi saldrá a la palestra para hacerse cargo del primer equipo. Situación incómoda sí las hay que afectará las distintas esferas de la institución, entre ellas, claro está, el vestuario, espacio vital que ha sido resquebrajado por diferencias entre los referentes

Como siempre en el fútbol, los resultados serán un buen termómetro para delimitar si finalmente en Boca llega la sangre al río. Si el 2010 arranca exitoso, todo esto habrá sido inverosímil y llegará la tan ansiada paz. Si no...