- “El fútbol es tan popular, porque durante su práctica se generan situaciones múltiples, complejas, que ponen en juego los sentimientos y actitudes de solidaridad, agresividad, destreza, espíritu, aguante e inteligencia. Por eso el fútbol se asemeja a la mezcladísima vida cotidiana. Es su prolongación”.
- “En el fondo, es una defensa razonada de algo que nos involucra y define. Se puede cambiar de partido, mujer, religión, sexo y nacionalidad sin que lo acusen a uno de traición, pero no es posible pasarse a otro equipo sin perder el derecho a mirarse al espejo”.
- “Es un lugar común decir que se juega como se vive. Y se vive como se juega; de ahí las afinidades, la riqueza metafórica del lenguaje futbolero. Se conoce a la gente, jugando y viendo fútbol”.
- “El hincha es también protagonista: usa camiseta, la transpira, emplea la primera persona del plural cuando habla del equipo. Es la reserva, genuina y perversa de la pertenencia, de la relación última con los colores tan desdibujados por el ‘marketing’ y los avisos. Hoy lealtad e incondicionalidad, son mantenidas sólo en la relación hincha-colores. Los jugadores y los dirigentes pasan, usan como dueños, mandatarios o empleados un lugar y una camiseta, pero es una representación por la que deben rendir cuenta ante los hinchas; los verdaderos propietarios del sentimiento y custodios de los colores”.
Huracán y sus homónimos argentinos
Hace 3 semanas
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