Gracias por el ejemplo

En el día de ayer Lanús consiguió el primer título en sus 92 años de vida al empatar 1 a 1 con Boca en la Bombonera y sacarle cuatro puntos de ventaja a su inmediato rival, el sorprendente Tigre de Diego Cagna, que perdió en su visita a La Paternal contra Argentinos por 1 a 0. Lanús terminó en lo más alto gracias a un final con un sprint envidiable, donde en los últimos 10 partidos consiguió 7 victorias y apenas tres empates. Se bancó en silencio tener atrás a dos colosos como Boca e Independiente y al ascendido Tigre, y llegó a conseguir el certamen de manera irreprochable. Anteriormente, lo habíamos notificado en Doble 5 que la consagración del conjunto de Ramón Cabrero tiene un trasfondo lógico y esperado, ya que es consecuencia de un gran proyecto que su dirigencia viene poniendo en marcha desde hace rato. Al observar la totalidad de su plantel será plausible contemplar que no posee figuras de renombre y que el secreto de su éxito está en el vigoroso trabajo en sus divisiones inferiores, las cuales nutrieron constantemente de jóvenes valores el plantel de Ramón Cabrero a lo largo de estas 19 fechas. Por otro lado, habrá que contemplar que este mismo equipo sufrió un revés de suma importancia cuando quedó eliminado en la Copa Sudamericana por Vasco Da Gama en Brasil teniendo en cuenta que en el partido de ida desarrollado en el Sur había ganado claramente 2 a 0. Sin embargo, aquél golpe surgió efecto positivo enseguida y el plantel se focalizó exclusivamente a terminar de la mejor forma este Apertura 2007. Y vaya si lo consiguió. Consumada las ventas de Romero, Leto y Archubi, aparecieron en Primera jugadores como Lautaro Acosta, Sebastián Blanco y Diego Valeri, quienes se bancaron la presión de reemplazar a brillantes jugadores y se dieron el gusto de su vida. Nos referimos a esa misma cantera que sacó jugadores de la talla de Héctor Enrique, Ariel Ibagaza, Hugo Morales, Ezequiel Carboni y Leandro Gioda, entre tantos cracks. Históricamente el granate se caracterizó siempre por tratar de jugar bien al fútbol, respetando la idea futbolística de jugar por abajo, sostenido con equipos como los recordados "Globetrotters" subcampeones de 1956 o los "Albañiles" de fines de los años '60. A pesar de esta rica procedencia, Lanús en 1978 vivió uno de los peores momentos desde su fundación en 1915: llegó a descender a la Primera "C". Inmerso en un caos institucional, siguiendo en la C, el club tenía deudas por alrededor de dos millones de dólares y menos de cinco mil socios cuando sus dirigentes (oficialistas y oposición) decidieron archivar sus inconvenientes y unirse para sacarlo del abismo. Apenas un año después, en 1981, la institución conseguía el ascenso a la segunda división del fútbol argentino. Finalmente, en 1990 Lanús le ganó la final a Quilmes por penales y regresó a la Primera División. No obstante, lo ocurrido con la institución granate es un ejemplo a tomar para los grandes de este país, cada uno inmerso en una distinta problemática, que encuentran la única solución -según ellos- pagando millones de dólares por futbolistas en vez de mirar a sus inferiores y trabajar con la tan denostada materia prima, esa misma que hizo grande al fútbol argentino. Mención aparte a los Pelletieri, Valeri, Blanco, Fritzler y en especial a José Sand, que pasó por diversas desavenencias a lo largo de su carrera, y a partir de su eficacia en el área le permitió a los de Cabrero soñar en serio. Sueño cumplido en una tal Bombonera. Felicitaciones campeón. Ah, y gracias por el ejemplo.