Abran paso...

...que viene River campeón. De forma merecida el conjunto de Nuñez se consagró en el Torneo Clausura luego de una sequía de cuatro años y la fiesta se expandió a todo el país. Realmente no vamos a hablar del partido ante Olimpo, cuestiones contemplada en la mayoría de los blogs, sino comprender a través de cinco factores el porqué de este campeonato conseguido:

• Contar con el mejor arquero de la Argentina. Más allá dialéctico que tuvo con la gente, consumada la eliminación de forma escándalosa ante San Lorenzo por la Copa Libertadores, la presencia en el arco de Juan Pablo Carrizo se erigió como un argumento principal en la consolidación defensiva de River. Con su destino dirigido a Lazio, JP se dio un gustazo de aquellos.
  

• El nivel de Paulo Ferrari y Cristian Villagra. El primero confirmó la calidad y estirpe de excelente futbolistas que posee, mientras que el segundo fue un acierto plenamente de Diego Simeone: en la época de Passarella era resistido y uno de los más silbados. Con la llegada del Cholo, creció en su rendimiento y fue factor vital en la victoria de la semana pasada ante Colón, con gol incluido, y cambió insultos por aplausos. Meritorio lo de ambos.

• Diego Buonanotte. El escurridizo volante, de 20 años, ratificó con un semestre maravilloso todas las promesas que había hecho en las Inferiores. De forma idéntica a Villagra, la asunción de Simeone le generó la confianza necesaria para poder expresar el inmenso talento que cuenta en sus pies. Con nueve goles fue el goleador del equipo, apareció siempre en las difíciles y se ganó el amor del público riverplatense, quien luego de la aparición de Marcelo Gallardo, Pablo Aimar y Andrés D`Alessandro, puede disfrutar de un jugador exquisito desde cualquier punto de vista. Ojalá que se quede por mucho tiempo más acá.
  

• Un mediocampo que surgió en el momento necesario. Acá podemos destacar un póker de nombres: Matías Abelairas, Augusto Fernández, Leonardo Ponzio, y sí, Oscar Ahumada. A pesar de que el técnico siempre haya modificado la estructura colectiva y por ende los nombres, estos futbolistas rindieron de modo pleno en el último tramo del Clausura. Válido lo de Ahumada, que soportó insultos y agravios, y que sin embargo ayer festejó y se desahogó luego de tantos tiempos complicados.

• Y tal vez el último sea el más importante. Un plantel que soportó que le arrojaran maíz, de ser el blanco de las críticas tras las derrotas ante Boca y San Lorenzo, de los desplantes de Ortega (genio y figura más allá de todo) y de una dirigencia netamente lamentable, que en vez de ayudar siempre complicó el panorama, marcan que este River le sobra carácter y que pudo plasmar a través de la garra, lo mucho que sufrió durante este semestre. Un párrafo aparte para la gente, que deliró ayer en el Monumental y que apoyó de forma indeclinable en los peores momentos. Salud River..Salud Campeón.
  
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