El que vuelve sí lo llaman...

¿Para qué te fuiste? De manera inevitable se nos viene a la memoria la salida de Marcello Lippi del seleccionado italiano consumada la obtención de la Copa del Mundo disputada en 2006 en Alemania. Luego el ex entrenador de Juventus con justa razón manifestó su necesidad de descansar tras años de máxima competencia. El descanso tuvo fecha final: fueron apenas 2 años desde la consagración en tierras teutonas hasta su confirmación nuevamente como técnico de la Azzurra, en reemplazo de Roberto Donadoni, quien llegó a ese puesto con muchas expectativas y finalmente se fue por la puerta de atrás, quedando eliminado por penales ante España en los cuartos de final de la Eurocopa.

Gran error de los dirigentes italianos confiar en un desconocido en el banco como Donadoni, ya que no contaba con la experiencia necesaria para manejar semejante desafío. Tras una clasificación sufrida en la Euro, su futuro se apostaba en la cita de Austria y Suiza. Finalmente los resultados marcaron su veredicto y tuvo que decir adiós tras el enérgico rechazo a su continuidad en el cargo por parte de la prensa y de los tiffosis, los cuales hicieron mella en la falta de aptitud del ex volante del Milan para dirigir a un seleccionado de relieve internacional.

¿Por qué la vuelta de Lippi? Seguramente será la persona ideal en fomentar un recambio generacional que desde hace tiempo viene pidiendo Italia y que todavía no ha tenido éxito en tal búsqueda. Podremos destacar la actuación del Sub 21 dirigido por Pierluigi Casiraghi con un cúmulo de futbolistas talentosos tales como Balotelli, Giusseppe Rossi, Robert Acquafresca y el argentino Daniel Osvaldo, jóvenes con ganas de triunfar y conseguir objetivos importantes.

Desde otra esfera será pertinente admitir que la selección italiana no ha encontrado reemplazantes de nivel para Alessandro Nesta y Francesco Totti, quienes se retiraron de la Mayor hace pocos meses atrás. A horas del inicio de la Eurocopa, Fabio Cannavaro sufrió una lesión de importancia y dejó todavía un hueco más profundo en la parte defensiva que no pudo ser solventado tanto por Barzagli, Chiellini y Materazzi, este último muy desmejorado desde el aspecto físico.

Pasaron tan sólo dos años y vuelve Marcello Lippi a dirigir Italia con un objetivo distinto del que comenzó en su primer proceso: darle la renovación tan esperada por todos. Y con resultados...