Y se acabó

Previsible. La salida de Diego Simeone al mando de River era cuestión de horas. Y así fue. El Cholo renunció a conducir los destinos del Millonario en México, tierra que le dio el último cachetazo en un semestre negro, donde la entidad de Nuñez se coloca último en el torneo local y eliminado por Chivas en los cuartos de final de la Copa Sudamericana, el último objetivo que quedaba de acá a fin de año. Marqué como previsible este portazo aunque a su vez tiene una dosis de sorpresa, ya que debemos recordar que hace menos de 4 meses este mismo plantel, salvo las ausencias de Juan Pablo Carrizo en el arco y del ídolo Ariel Ortega, es prácticamente el mismo.

Tampoco se podrá decir que el equipo no captó el mensaje que transmitió Simeone, por las razones anteriormente esgrimidas, sino que simplemente se dieron una conjunción de hechos, entre los cuales el más destacable es el bajón futbolístico de algunas figuras del primer semestre (Abelarias, Ahumada y Falcao, por citar algunos casos) que desencadenó en este abrupta salida del entrenador, cuando tiempo atrás su permanencia en River era segura y se hablaba en la Comisión Directiva comandada por José María Aguilar de renovarle el contrato por un tiempo considerable. Como siempre se suele decir, el fútbol es la dinámica de lo impensable. Si no que lo digan por Nuñez...

NoTe: Ya pueden votar por quién les parece que tiene que ser el reemplazante de Simeone.