No hay problema!

Con la firma del contrato, por una temporada, quedó hoy oficializado el regreso de Gustavo Costas como entrenador de Racing. El lunes dirigirá su primera práctica y se presentará ante Rosario Central. “Estoy muy contento, desde que me fui sabía que alguna vez iba a volver", aseguró Costas. Y agregó: "Voy a tratar de ayudar a Racing para poder salir de la situación en la que se encuentra”. El técnico explicó que conoce al plantel de la Academia porque desde Paraguay "seguía siempre los partidos" y comentó que “ahora me falta la parte humana, eso te lo va dando el día a día, el tiempo que estemos juntos”. Costas afirmó que el equipo “está levantando anímicamente, algo fundamental hoy en el fútbol. Ellos no consiguieron los resultados y sé que en Racing es difícil jugar cuando no se dan". El anterior paso de uno de los ídolos del club fue en un mal momento, durante la quiebra. Por eso, ahora la situación es bien diferente: "No sabíamos cuándo jugábamos, no se podía planificar la semana de trabajo, los lugares, la pretemporada... Hoy siento que se vive un Racing totalmente distinto". En aquella oportunidad debutó con una derrota frente a Rosario Central, el mismo rival al que enfrentará en este segundo ciclo. “Esperemos que se dé con otro resultado”, se ilusionó.

El título de este post se refiere a un chiste interno que tenemos en mi grupo de amigos sobre la apariencia física de Gustavo Costas. Dejando atrás esto, el desafío que le implicará al ex técnico de Cerro Porteño este presente tormentoso de Racing será muy grande. Se juega su prestigio bien ganado durante estos últimos años en el extranjero y el lazo que lo une con la gente. El fantasma de Merlo todavía ronda por los pasillos del Cilindro y teme llevarse a otra gloria de la institución. Todo esto, en comparación del momento en que Costas dirigió a Racing en el 2000, da la sensación de que llegó al paraíso. Pero a no confudirse, al haber otro contexto, la exigencia será distinta. Eso Costas lo sabe. Para eso llegó.