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Con el 1 a 1 en la mesa sin lugar a dudas el saldo es negativo. En el rubro juego, la sociedad entre Riquelme, Messi y Aguero no rindió los frutos esperados, ya que en pocas intervenciones pudieron conectarse los tres y de esa manera generarle riesgo al arco comandado por Cevallos. Aquí merece una reflexión comparándolo con el partido ante México, en el que no jugó el enlace de Boca, pero con la presencia de Julio Cruz. Allí los futbolistas de Barcelona y Atlético Madrid se soltaron de forma inescrupulosa para la defensa mexicana, que poco pudo hacer para detener tanta explosión futbolística. Considero que la presencia de un referente en el área será plausible de cara a los próximos desafíos que se avecinan.

Otra cuestión ligada a lo que sucede en el campo de juego es la preocupante reacción de decisiones en el cuerpo técnico. Para ejemplificarlo de forma concreta: Rodrigo Palacio. No solamente por el gol convertido, sino porque entró faltando 3 minutos, es decir casi con el 0-1 sentenciado. El partido pedía velocidad por los costados y el entrenador argentino se dio cuenta faltando segundos. Ese tipo de razones son las que luego nos dejan de modo temprano fuera de la Copa del Mundo.

La vuelta de Verón le dio cierta claridad al mediocampo pero nada más. Muchos pelotazos verticales que tuvieron eco en el primer tiempo pero que después se desdibujaron en el complemento. Lo que sí quedó claro que el jugador de Estudiantes suma para el equipo pero ya no hace la diferencia como antes. El caso de Heinze es sinceramente esclarecedor: no es salida para el equipo, donde sus intervenciones no muestran una optimización de la jugada y en el tema marca deja bastante que desear, espacio en el que el conjunto ecuatoriano se manejó sin titubeos y con ventaja. Basile tendrá que recurrir a otro tipo de variantes para tapar semejante bache que se plantea en el andarivel izquierdo.

Ahora se viene Brasil, ese encuentro en el que deseamos ganar como dé lugar. Esperemos que, el plantel argentino junto al cuerpo técnico, demuestren después de mucho tiempo el carácter necesario para desenvolverse en un partido que luego se convierten en bisagra. Será hora de decir presente. Y que las excusas queden atrás...