Volvieron los ochenta!

Se hizo esperar. Boston Celtics cortó una racha de 22 años sin títulos y obtuvo la 17ª corona de su historia al derrotar como local a Los Angeles Lakers por 131-92, en el sexto partido de la final. El quinteto comandado por Doc Rivers cerró la serie con un 4-2 contundente, para la euforia de sus fanáticos, los cuales esperaban desde hace tiempo esta consagración que tanto se les negaba. Paul Pierce fue elegido como el Jugador más Valioso de la final.

El campeón de la Conferencia Este ya ganaba 58-35 al término de la primera etapa. Eso marca a las claras cómo fue el desarrollo del encuentro. Kevin Garnett y Ray Allen se erigieron como baluartes fundamentales desde el arranque para que los locales sacaran ventajas concretas desde el primer cuarto.

Sin embargo al Big Three le faltaba un ingrediente que aparecería después: Paul Pierce, que anotó 17 puntos más una defensa implacable sobre Bryant y cía. Los de Jackson no estuvieron acorde a la situación demandada. Destellos de Kobe en sus 22 puntos, pero nada más, en donde el español Pau Gasol tuvo una aciaga jornada porque se vio neutralizado por la defensa verde y sumó apenas 11 unidades. Además, fue criticado por Phil Jackson por cierta tibieza al enfrentarse con Garnett. Difícil que continúe en Los Angeles.

La ventaja era tal, que ya a partir del último cuarto, los jugadores de Boston empezaron a festejar debido a que la diferencia numérica propinaba semejante emoción y alegría por cumplir con el objetivo. De este modo, Boston Celtics seguirá siendo el más ganador en el historial de la NBA con 17 títulos. En su franquicia pasaron emblemas desde Bill Russell hasta Larry Bird. Hoy unos tales Garnett, Allen y Pierce le brindan un merecido homenaje. Y qué mejor regalo que unos anillos...