River - Boca. El clásico de siempre.

Y se viene otra edición del superclásico. Con momentos dispares, Basile trata de encontrar "sus once de memoria", mientras espera la recuperación de Sebastián Battaglia, aquejado por una sinovitis en la rodilla izquierda aunque en el cuerpo médico se cree que llegará en óptimas condiciones para el partido del domingo del Monumental. Nico Gaitán, el de los dos goles ante Tigre se afirma como el ladero de Martín Palermo, luego de las lesiones de Ricardo Noir y Pablo Mouche, éste ultimando los detalles para su recuperación. Riquelme volverá a pisar el suelo de la cancha de River, tras la fantástica actuación que ejecutó el año pasado en ese mismo lugar.

Por el lado de River, Leonardo Astrada no se conformó con el nivel futbolístico explayado en las prácticas y modificó en varias oportunidades el esquema. Lo concreto: propondría una línea de cuatro defensores, y dando libertad a los laterales Ferrari y Villagra, con lo que se vislumbra la idea de poblar el mediocampo situando a Almeyda junto a Nico Domingo y la duda entre Matías Abelairas y Diego Barrado para ganarle la batalla a Battaglia y cía y por sobre todo castigar la zona en la que estará Insúa, cuyas cualidades no residen precisamente en la marca. Arriba el técnico deposita la confianza en Marcelo Gallardo, quien irá como enlace para abastecer a Ariel Ortega y Diego Buonanotte.

Un posible núcleo clave para entender lo que sucederá dentro del campo de juego será el mediocampo. Allí se determinará la suerte de los dos. Quien marque territorio en esa zona, quien a base de despliegue y juego corto tendrá el predominio del juego. Además otro aspecto plausible será contemplar los rendimientos de los bloques defensivos, asunto en el cual tanto River y Boca han sufrido diferentes desacoples que lo han pagado con goles. Los de Basile con el tema aéreo y pelota detenida y el Millonario penando en primer lugar el rendimiento opaco de los centrales (Cabral y Coronel) y luego con una estructura débil desde todos los sentidos y por la cual Astrada debe laburar y mucho. Habrá que esperar y que la pelota empiece a rodar. No se juegan sólo tres puntos, está el orgullo de ser mejor que el rival de toda la vida. Ah, y que todo sea en paz.

Doble Cinco: ¿Cómo creés que termina el clásico?