Si de revanchas hablamos...

Gabriel Milito ya es jugador del Barcelona. Luego de varias idas y vueltas en las negociaciones, el club catalán llegó a un acuerdo con el Zaragoza y la transferencia se hará en 20,5 millones de euros: 17 fijos y 3,5 variables en función de resultados. El defensor de la Selección Argentina firmará un contrato por cuatro temporadas, cobrará cuatro millones de euros por cada una de ellas y tendrá una cláusula de rescisión de 90 millones. La presentación oficial se realizará una vez que termine la Copa América de Venezuela. Por otra parte, el Conejo fue pedido especialmente por Bernd Schuster, flamante entrenador merengue, y los dirigentes aceleraron las negociaciones para darle el gusto. Pese a que tenía ofertas de otros equipos, el ex River, Mónaco, Barcelona y Sevilla se decidió por el Real Madrid. El jugador firmará un contrato por cuatro temporadas y cobrará 2,5 millones de euros por cada una de ellas. De esta manera, Saviola, quien quedó con el pase en su poder el 30 de junio, ganará un millón menos que en el Barcelona.

Parece que los dos colosos de España andan mostrando los dientes. Tras el rumor confirmado de que Javier Saviola marcharía al Real Madrid, la directiva del Barcelona fue astuta y atacó en un punto débil de la Casa Blanca: Gabriel Milito. Jugador al cual desde el Madrid lo catalogaron de roto y que no estaba apto para la exigencia merengue. La vida que desune y une tantos caminos, hizo que Milito siguiera jugando en su mejor nivel en Zaragoza y que hoy le toque esta chance. Él sabe como nadie las ganas que tendrá de vestir la camiseta blaugrana, pero interiormente debe estar imaginando ese partido ante los de Schuster. La revancha es un plato que se come frío.

Lo de Saviola es particular donde se lo vea. A pesar de que no es uno de mis delanteros preferidos, no puedo dejar de ignorarle su empeño para pelear un puesto en la soñada delantera catalana. La ha remado y hoy por hoy le llega una oportunidad única en la vida: jugar en el Real Madrid no es moneda corriente. La dirigencia culé lo ha denostado ya que fue un fichaje marca Gaspart y a partir de ahí decidieron no renovarle el contrato. Ahí apareció el merengue. A río revuelto...