Como hace un año...

Ricardo La Volpe no es más el entrenador de Vélez. Tras la goleada con Boca el DT dijo basta y hoy se lo anunció al plantel y la prensa. Como siempre su palabra no pasó inadvertida y dejó sentencias interesantes. “Teníamos un acuerdo con la directiva de seguir, que se podía revertir con resultados. Revertir esto era estar entre los tres primeros. El partido con Boca era un partido clave. Creo que podíamos hablar a futuro de una oportunidad. Como no se dio, yo tengo una ética y tuve que dejar”. Lejos de las polémicas, La Volpe le dedicó elogios al club y a sus ahora ex dirigidos. “Vélez es una institución muy grande que está en camino de ser de las mejores de la Argentina”, afirmó. En cuanto a los futbolistas, explicó: “El jugador me apoyó. Yo voy de frente, pero no hay falsedad. Me equivoqué como un ser humano que vino a trabajar. Me voy triste, pero con la cabeza en alto”. Luego, reconoció que tuvo contactos con Hugo Tocalli, quien seguramente se hará cargo del equipo para el próximo torneo. “Lo felicito a Tocalli porque hay gente de ética, con códigos. Me llamó, le contesté el llamado y le dije que no había ningún problema”, contó. La Volpe es el octavo entrenador que deja su puesto en las 16 jornadas que se llevan disputadas.

Ya era una decisión consumada desde el lunes a la noche, cuando la cúpula dirigencial de Vélez había decidido que el ex técnico de la selección mexicana diera un paso al costado con el fin de descomprimir una situación desgastante en la institución. No cayó para nada bien el último choque mediático del bigotón con los coordinadores de las inferiores del club (Carlos Compagnucci y Omar Asad), lo cual sumado a la derrota por goleada en la Bombonera, decretó el final de la era La Volpe. Un proceso que había arrancado de la mejor manera, con buenas actuaciones tanto en el torneo local como en la Libertadores. Lucas Castromán y Mauro Zárate habían sido fundamental para ese inicio arrollador. Buenos rendimientos en el Clausura y clasificación ante Defensor de Uruguay y pase a la tan ansiada Copa. Sin embargo, apareció Boca en el camino, apareció Gastón Sessa y sus desplantes verbales, físicos y mentales (Palacio lo puede comprobar) y chau a todo. No es la idea otorgarle la mayor de las responsabilidades al ex arquero velezano, aunque acá apareció el primer cortocircuito entre el técnico y la gente, quien deseaba más firmeza del entrenador en sancionar estos actos de indisciplina que afectaban notoriamente al rendimiento de Vélez. Sin embargo, La Volpe siguió en la suya. Para este campeonato, organizó el plantel a su medida. Algo que había exigido apenas había pisado Argentina y que Boca -debido a su intempestiva renuncia- no se lo había brindado. Trajo jugadores de dudosa procedencia (Pablo Lima, Leonel Ríos, Jorge Nuñez, por citar algunos ejemplos) los cuales no generaron ningún cambio positivo en el juego. Vendidos Zárate y Castromán, a mitad de campeonato apareció Santiago Silva, quien tampoco apareció con todo su esplendor. Esto acarreó una notoria falta de gol, sumado a inconvenientes en la defensa, lo que generó una mixtura nada recomendable. 5 a 0 ante River en el Monumental y lo ocurrido el domingo, dan una pauta de cómo fue el torneo de Vélez. De irregular para abajo. Muy poco para una institución de la envergadura de Vélez. Se fue La Volpe y ya suena como próximo técnico de Central, donde la directiva elegida piensa en él como un fehaciente conductor para un equipo plagado de jóvenes. Veremos. Lo único firme es que se fue. De un día para el otro. Casualidad o causalidad, no lo sabemos. Pero se fue. Como hace un año.