He vencido

Ya se lo extrañaba. Al menos en los últimos partidos el astro brasileño demostró la magia que desparramó durante las temporadas 2004 y 2005, la cual lo había catapultado como el mejor jugador del mundo con galardones de todos los colores. Después vino lo conocido: floja labor en el Mundial de Alemania, quedando afuera en cuartos tras perder con Francia y una temporada poco fructífera en el culé, lo cual generó críticas certeras del periodismo, acusándolo de estar excedido de peso y trasnochando en demasía. Esto inexorablemente lo puso en el ojo de la tormenta. Incluido sus propios hinchas, quienes tiempo atrás lo amaban y hasta hace poco lo contemplaban con desconfianza.

En declaraciones a Barça Tv y a la página web oficial del club, que levanta el diario Marca, Ronaldinho reconoció que todavía no está en su plenitud y prometió que seguirá intentando realizar variantes en su juego para mantener la "creatividad" y "sorprender" a los jugadores rivales. "Quiero mejorar en todos los aspectos. Estoy mejor que antes, pero soy consciente de que puedo estar mucho mejor". Ronaldinho niega que ahora le cueste más desplegar algunos aspectos de su juego y explica que se sigue sintiendo "a gusto para hacer todo esto", aunque matiza que, de la misma manera que "la afición espera que yo haga todos estos 'driblings', los adversarios también y si no acabas innovando, todos te quitan el balón. Es importante innovar para no ser repetitivo". Cuestionado por las críticas que ha recibido en las últimas semanas, Ronaldinho lamenta las que proceden de "gente que nunca ha jugado al fútbol y no sabe lo que pasa", pero también de aquellos que "jugaron y ya saben la dificultad que hay y que saben cómo pasa todo". Por lo demás, el brasileño asegura que "nunca" se ha sentido maltratado porque siempre ha notado el apoyo de la afición, aunque sí censura los comentarios sobre su vida privada. "Siempre hablan, pero no tienen nada que mostrar. Llevo muchos años aquí, siempre he tenido una forma de vivir y he tenido la misma conducta. Siempre inventan un montón de cosas. Y como son formadores de opinión, mucha gente acabar creyéndolos".

Creo que por primera vez se pueden observar declaraciones punzantes del brasileño, quien seguramente esperaba retomar su nivel, para así salir con los tapones de punta contra quienes lo habían criticado de manera infalible. Ya en el segundo gol de tiro libre en la victoria el domingo ante Betis (3-0) propinó un ademán con la mano como si fuese un micrófono, en clara señal a los medios de comunicación, los cuales en Europa son terminantes y se fijan minuciosamente en la vida privada de los jugadores. Robinho también puede certificar eso. Sin dudas, ante el nivel de los Messi, Iniesta, Deco y Dos Santos, la imagen del 10 se veía cada vez más perturbada y Rikjaard no tenía reparos en sustituirlo. Algo impensado un año y medio atrás, época donde las ofertas por 100 millones para llevárselo aparecían de la nada en el escritorio de Laporta. Seguramente era esperable esta recaída en el rendimientos futbolístico, pero nadie consideró -ni él mismo- que sería tan prolongado el bajón. Si vuelve a su nivel, la que más va a disfrutar es la pelota. De eso no hay dudas.