Argentina desanda su camino en Sudáfrica. Una generación fantástica de futbolistas, de comprobada calidad en las mejores ligas del mundo, sostienen la esperanza de un país, ilusionado hasta la médula con el sueño de repetir conquistas del pasado. El trecho que se deberá recorrer, a partir de ahora, tendrá que llevarse a cabo con inteligencia, paciencia y, como es común en el fútbol, una pizca de fortuna. Lo que significó el proceso de Eliminatorias, tortuoso, peligroso, tambaleando desde el vamos en la cornisa, trasladó una unión grupal digna de marcar, en el que la presencia magnánima de Diego Maradona, una leyenda no sólo de este deporte sino de la historia moderna de Argentina, colaboró de sobremanera para que todos tiren del mismo lado, sin egos ni aires de divismo.
La victoria ante Nigeria y esta goleada ante Corea del Sur significan, más allá de los 6 puntos, la afirmación de que la selección se asemeja a un equipo de fútbol y no una mera acumulación de gente que juega bien. Una construcción en el campo de juego, todavía sin pilares abundantes ni fuertes, que se ha ido forjando en este tiempo mundialista, el tiempo que importa, el único. Una gama de futbolistas que comprende el rol que ejecuta, dispuesta a colaborar con el compañero, entendiendo lo que representa la camiseta que están vistiendo. Diego de eso conoce y mucho.
Sabemos perfectamente lo traicionero que son de por sí los mundiales, donde una mala tarde significa volverse a casa. Por eso habrá que caminar despacio pero firme, vigoroso pero con la cabeza fría. Cosas para corregir hay. Un mediocampo a veces desbalanceado, la defensa no demostrando la confiabilidad requerida, en síntesis, una serie de pasajes donde el equipo no se encuentra a sí mismo y repite algunos vicios del pasado. En un espacio breve, el cuerpo técnico deberá pulir estas deficiencias que pueden costar muy caras. No obstante, reitero el concepto equipo porque verdaderamente se vislumbra una disposición táctica inteligente, una organización futbolística que no se había visto antes.
Messi, Higuaín, Tevez, el ingreso fantástico del Kun Aguero, pasajes de Di María, en definitiva varios elementos que cuando coexisten en tiempo y en forma nos generan satisfacciones, sonrisas, alegría, de sentir el orgullo de pertenecer a una tierra que no se olvidó de jugar al fútbol. Enormes individualidades, clase A, que visten todos una misma camiseta. Argentina mira hacia el futuro. Esperemos, como siempre decimos en D5, que sea con suerte.
Pastilla: El taco de Maradona.
3 comentarios:
Partidazo de Aguero y de Messsi y, obviamente, de Higuain.
Agüero, Messi e Higuían debe ser la tripleta atacante. un abrazo
hay que quedar primeros ahora, nos conviene para no quemarnos con los viajes, pero este mundial me importa un carajo... ya fue, igual que lo ganen.
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