..."hay algo que sigue vivo, nos renueva la ilusión y en el último suspiro…ay, celeste regaláme un sol"...(No Te Va Gustar, "Cielo de un solo color").
Uruguay palpa a la historia, siente por dentro que páginas gloriosas del pasado pueden volver a brotar, a surgir por decantación, a estar al alcance de la mano. Uruguay, tras vencer a Corea del Sur por 2 a 1, vuelve a ubicarse entre los ocho mejores del planeta fútbol, ubicación que no conseguía desde México 1970. Sí, 40 años. Un tiempo extenso, prolongado, arduo, para un país con una cantera inagotable de futbolistas que se encuentran en todas las latitudes posibles, siempre con repercusión positiva.
La falta de organización, estructural en la génesis del fútbol uruguayo, concadenó una serie de procesos desafortunados que quitaban de real poder al vecino país. Desde la llegada de Jorge Fossatti y el seguimiento de Oscar Tabarez, las perspectivas mejoraron. Más amistosos, mejores rivales, aceptables campos de entrenamiento, en síntesis elementos que parecían utópicos 15 años antes y que llevados a cabo en la realidad demostraron su valía. Que no sólo bastaba con juntar talentosos jugadores.
Difícil el encuentro ante Corea. Un rival carente de técnica pero suplida a través de una mimetización táctica sorprendente, de obediencia al libreto sea cual fuese la circunstancia del encuentro. El temprano primer gol de Luis Suárez, un delantero tremendo, de un futuro sin límites, resultó traicionero para la Celeste. Se achanchó, prefirió ceder la pelota, aferrarse a las manijas del resultado puesto y no largarlas. Sufrió, a pesar de que la resistencia coreana argumentaba buenas ideas pero remotas posibilidades concreta de dañar el arco de Fernando Muslera. Sin embargo, llegó. Una jugada más que, con alguna desatención igualó las cosas. Volver a empezar. La diferencia esencial entre Corea y Uruguay es la calidad de los intérpretes. Suárez miró, apuntó y la clavó al palo. El grito lleno de gol resume la historia. La alegría de un país también.
Uruguay está en cuartos de final. Vendrá Ghana, otra batalla física, un rival peligroso pero con puntos accesibles, en especial en la defensa. Tarea para Forlán, Cavani y ese crack llamado Luis Suárez, de próximo equipo grande en Europa. El sueño de Uruguay no termina. El grito celeste tampoco.
6 comentarios:
Felicidades a Uruguay, yo me imaginaba el triunfo surcoreano pero gracias a la genialidad de Luis Suárez avanzaron.
Los veo en semifinales, Ghana es un equipo muy disciplinado, pero que llegará desfondado.
Hoy fue clave Suárez, pero hubo un par de jugadas en las cuales se encegueció con "su" gol o "su" jugada, sin hacer jugar a sus compañeros de ataque.
Le falta mejorar ese detalle para llegar a un equipo grande de Europa, porque condiciones las tiene todas.
Vamos la celeste!!!!!
VAMOS URUGUAY!!!
Celebremos otra victoria!
http://www.vivelacelebracion.com/mundial/home/?lid=uruguay
Buen comentario del partido y la victoria. Ya era hora que el fútbol uruguayo nos diera una alegría así.
Saludos!
Gracias por pasar!
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