Todo está en marcha. La fecha, el lugar, la pregunta es cómo jugarle a Uruguay, una selección con más bagaje profesional y técnica que el último partido ante la Costa Rica de Ricardo Lavolpe. La celeste tiene el ADN de siempre: garra defensiva, un doble cinco demoledor, raspador y que perseguirá a Messi hasta debajo de la cama si hace falta. Pérez y Egidio Arevalo Ríos serán una barrera sin dudas. Los dos Pereira (Álvaro y Maxi) incursionan con inteligencia tanto por izquierda y derecha, respectivamente, pero le gusta el arco contrario. Allí, en esos huecos deberá fortalecerse Argentina. Tirar al Kun, tirarlo a Messi, descentralizar la zona del centro, y forzar al desplazamiento de los mediocampistas centrales. Álvaro González y Cristian Rodríguez ejecutan los relevos correspondientes pero habrá que aprovechar las inteligencias existentes que se reflejaron en estos tres partidos. Generar aperturas para que Gago inicie el primer pase para que sea incisivo y avanzar metros de primero. La función del ex Boca será prioritaria. Contra Costa Rica se complementó de maravillas con Lionel, siempre le dio pases acertados, al pie, ésos que Messi le brindan la posibilidad de arrancar el movimiento con velocidad y pelota dominada. Gago deberá buscarse como opción y evitar que Mascherano sea el interlocutor de juego, en sí, lo que desea Tabarez. El del Barcelona verticaliza el juego con pelotazos a dividir que facilitan la tarea a los laterales. Higuaín no la tendrá fácil. Lugano y Coates, similares físicamente, también son idénticos en términos de defensa. El Pipita deberá librar una batalla ante dos centrales corpulentos, que van bien de arriba. Deberá retroceder, sacarlos de la zona de Muslera para exigirles un mayor gasto físico y aprovechar la propia velocidad para descoordinar la estructura defensiva. Si se consigue, sólo habrá ganancia.
Luis Suárez y Diego Forlán, flor de problemas para una defensa argentina que a lo largo de esta Copa América no ha generado seguridad. Milito, lento en movimientos e impreciso con la pelota, está pagando, sin dudas, la falta de continuidad en el Barcelona. Burdisso, con más rodaje, se lo nota más firme pero a destiempo en algunas acciones, quizás es producto de la presión defensiva que se cae en el foul sin sentido, cuando está el rival de espalda al arco propio. Uruguay tiene excelentes ejecutores y portentoso juego aéreo, debemos resguardarnos de cometer faltas estúpidas que nos puedan llegar a costar caro. Suárez hará la punta y Forlán se ubicará como centrodelantero e irán rotando. La salida limpia que tuvieron Zabaleta y Zanetti ante Costa Rica, difícilmente se vuelva a repetir en este partido. Ante una apertura de juego que propondrá el seleccionado uruguayo debe controlarse la línea defensiva, juntita, y evitar por todos les medios el uno contra uno. Suárez es fatal en esa situación, se desprende y ya tiene el arco entre ceja y ceja. Forlán, pegada exquisita y olfato de goleador, ni un mílimetro de ventaja hay que darle a los dos. A tomar nota.
Es un clásico, lo sabemos. En el 11 contra 11, Argentina es mucho más por cualidades técnica y por un tal Messi. Si es por constancia de trabajo y proyecto a largo plazo, Uruguay es un conjunto que se conoce de memoria y saca ventaja. Tiene fallas, por supuesto. Ésas habrá que exprimirlas al máximo, generar circuitos de juego simples pero que dañen al rival con poco traslado. Si hay mucho de esto, mucho de pelota llevada, Uruguay está bien constituido y no encontraremos lugares para atacarlo.
Seguinos en Facebook / Twitter: @apertoldi
0 comentarios:
Publicar un comentario