Próximamente en las mejores salas

El escándalo en McLaren se agiganta cada día más, tras la polémica del Gran Premio de Hungría entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton. Hoy el español declaró que no sabe si cumplirá su contrato con la escudería por este tema. “No sé si completaré mi contrato de tres temporadas con Mc Laren”, señaló el asturiano. “En la vida viví algo así”, contestó acerca de la situación que le tocó vivir en Hungría donde Hamilton desobedeció al director del equipo Ron Dennis y perjudicó a Alonso y su propia escudería. En tanto, Ron Dennis tomó cartas en el asunto y reprendió a Hamilton, con quien según la prensa inglesa tuvo un duro cruce durante la carrera. "No me vuelvas a hacer eso en tu puta vida", le dijo Hamilton a Dennis cuando éste le pidió que deje pasar a Alonso por cuestiones tácticas. El director deportivo, le contestó: "No me vuelvas a hablar así en tu puta vida". Lo cierto es que esta novela de McLaren promete continuar. De hecho Hamilton reconoció que ya no se habla con Alonso. Las chispas en la Fórmula Uno ya no son sólo en las pistas.

Sinceramente de F1 no conozco lo demasiado para dar un análisis de la reinante temporada. Pero lo que ocurre cada Gran Premio en McLaren es digno de una telenovela mexicana. Es cierto que al inicio de la temporada, la llegada de Fernando Alonso, el actual campeón del mundo, a la escudería inglesa generó un movimiento impactante en la máxima categoría. Revolucionó el mercado de pilotos. Se sabía que Lewis Hamilton, un joven inglés promisorio, sería un digno acompañante del andaluz, que lo ayudaría en muchos momentos para hacerle más amena la carrera. Los resultados iniciales marcaron excelentes rendimientos del inglés, quien a pasos agigantados, hizo apagar la enorme figura de Alonso, el cual ni lento ni perezoso salió con los tapones de punta diciendo a viva voz que el piloto número 1 de la escudería era él y que la propia McLaren lo estaba boicoteando. Así nomás. Directo fue Alonso. Continuaron las carreras, Hamilton siguió obteniendo resultados favorables y la situación se volvió cada vez más tirante entre ambos pilotos. Hamilton, sabe más que nadie, de que nació en el mismo lugar que la McLaren y eso cotiza. Tiene banca de sobra, por eso actúa con total ligereza. Ni imaginemos si este entuerto pasaría en Ferrari. Posiblemente varios ya no la contarían más. Volviendo a los enredos, el actual líder del campeonato respondió los dardos de Alonso y expresó de que ya no dialogaba más con el español. Hasta eso se había llegado previo a la carrera de Hungaroring. Con la victoria consumada de Hamilton, llegaron los insultos hacia Ron Dennis, más el enojo de Alonso que llegó cuarto y que observa en carne propia como aquél jovencito que apenas lo iba a acompañar, le está robando la corona. Todo eso en un mismo equipo. Una telenovela que parece tener más capítulos. Los veremos dentro de poco.