Aunque la AFA no quiera...

Los dos partidos decisivos por el Torneo Apertura 2007 se llevarán a cabo este domingo a partir de las 17.10. En la Bombonera, el ya sin chances conjunto de Miguel Russo se enfrentará contra Lanús y, en La Paternal, el local Argentinos frente al encumbrado Tigre. Lanús ganando y hasta empatando en La Boca obtendrá la tan asiada vuelta olímpica, sin importar el resultado de Tigre en su visita al reducto simpre complicado como lo es el estadio Diego Armando Maradona. Por lógicas razones, también el granate puede coronarse si el equiopo de Cagna no consigue los tres puntos. Los de Cagna deben vencer y esperar que Lanús pierda para forzar una final que se debería jugar a las 72 horas, aunque el reglamento del torneo amplía ese plazo a una semana. Idéntica situación cuando el Boca de Lavolpe se midió contra Estudiantes en ese encuentro tan recordado.

Sin lugar a dudas tanto Lanús como Tigre por sus brillantes campañas merecen quedarse con el certamen, ya que han logrado resultados impactantes a lo largo de estas 18 fechas. No obstante, será plausible indicar que a pesar que el fútbol argentino se encuentre en uno de los peores momentos de su larga historia, tanto en un matiz futbolística como económica, lo ocurrido con el Granate y el Matador, reflejan una cierta claridad dentro de un espectro por demás sombrío. Ante cualquier distraído que siempre suele haber es recomendable explicar que tanto Lanús como Tigre, en el caso de que alguno se consagre, será campeón del fútbol argentino por primera vez. Desde el Metro de 1984 que se lo adjudicó un brillante Argentinos que no ocurría esta situación. Sabemos bien que con Boca fuera de la pelea del campeonato, miles de periodistas -algunos lamentables de por sí- deciden enfocar sus imágenes y palabras para menospreciar esta definición del torneo entre dos equipos catalogados como chicos, a cambio de exponer la vuelta de Juan Román Riquelme, el Mundial de Clubes y la mar en coche. Al menos desde Doble 5, no aceptaremos ese discurso vacío y con el objetivo de polarizar al ya deteriorado fútbol, y repetiremos constantemente lo beneficioso para todo aquél que diga amar a este deporte, que tanto Lanús como Tigre puedan gritar campeón. Eso significará que los procesos llevados con trabajo, respeto e inteligencia habrán triunfado, más allá de lo millones de dólares y estrellas que poseen Boca y River, los cuales a pesar de contar con la ayuda explícita de la AFA, árbitros y periodismo, no pudieron seguirle el ritmo a los conjuntos de Ramón Cabrero y Diego Cagna. Eso sí que es una buena noticia, que sin duda fortalecerá a otras instituciones de menor jerarquía para poder imitar estos ejemplos, que demostraron que con esfuerzo y sabiduría se puede pelear palmo a palmo con los poderosos. ¿Por qué no animarse?