San Lorenzo - Huracán: Los medios como factor paralizante

Lo sucedido en el clásico San Lorenzo Huracán con los incidentes al inicio del partido cuando hinchas del club de Boedo se enfrentaron con la Policía, ya que la hinchada contraria había mostrado una bandera de 100 metros de largo que pertenecía a San Lorenzo, algo prohibido por la Secretaría de Seguridad, notifica una vez más la connivencia policial y de las autoridades de Huracán para que un hecho de esta incumbencia, y sabiendo la sensibilidad notoria que profesan las hinchadas argentinas con este tipo de temas, se llevara a cabo y que terminó, como bien saben ejecutar las autoridades policíacas, con gases lacrimógenos que afectaron tanto al público visitante y a los propios futbolistas que habían salido a la cancha. Varios heridos y un chico de 12 años terminó en el hospital luego de estos incidentes.

Sin embargo, sería bueno detenerse en el papel que realizan los medios de comunicación al informar sobre esta clase de sucesos, donde claramente se vislumbra la incapacidad manifiesta en términos de información que cuentan los periodistas al narrar estos sucesos. Un ejemplo claro fue lo difundido ayer por América, canal que hace de las suyas en materia de inseguridad, fogoneado por sus propietarios, el electo diputado por la Provincia de Buenos Aires, Francisco De Narváez, Daniel Vila, presidente en licencia de Independiente Rivadavia de Mendoza y un tal José Luis Manzano, ministro de Mene* en la década del `90. Justamente las cámaras de este canal se encontraban a la salida de los hinchas de San Lorenzo, donde más allá de gestos de reproducción hacia sus pares de Huracán, era visible la animosidad del periodista ubicado allí para narrar la posibilidad de enfrentamientos consumado el cotejo y de la verguenza que significaba que la Policía siga el operativo siguiendo los micros repletos de hinchas cuervos. El miedo presente. El miedo expresado por parte de los micrófonos para asustar, para paralizar. Sorprende este dejo de sorpresa por parte del profesional, ignorando abiertamente que esta clase de operativos se realizan todos los fines de semana en nuestro país. Después podremos discutir sobre si está bien o no estas acciones, lo que no se debe permitir es desconocerlo y menos utilizar el aire para hacer creer que estamos en Bagdad o en Afganistán.

La historia sigue. El conductor del noticiero, que se ubicaba en el piso, agarró su libro de ética y empezó a dictaminar sobre las consecuencias de una sociedad enferma, crispada y la mar en coche que venimos escuchando todos los santos días. De que la bandera que tenía Huracán seguramente la consiguió en un enfrentamiento con los de San Lorenzo, de la violencia en el fútbol y bla bla bla. Del explayarse con labia muy académica, criticar, destruir pero de sumar un granito de arena ni hablar. Al conductor habría que decirle que esa bandera llegó a la gente de Huracán luego de un asalto a la Ciudad Deportiva de San Lorenzo, donde además del robo de banderas se quemó información fundamental de la gestión como presidente de San Lorenzo de Fernando Miele, hoy con un juicio pendiente por administración fraudulenta en la Justicia. Y sí, a veces la realidad no es tan simple. En la vorágine informativa el miedo vende como loco y los mercaderes están a la orden del día.

Desde Doble 5 jamás defenderemos a las barras, usufructuantes del verdadero sentimiento genuino del hinchas y que está a la orden de quien pone más plata. Lo que sí añoramos es que el periodismo, y no me refiero solamente al deportivo, comprenda que no se deben unificar los comentarios sobre un hecho determinado y que a veces la realidad es un conglomerado de distintas visiones. Que no deforme los espejos. Si, ya sé, estoy pidiendo mucho.