Se lo nota distinto. Lejos del buen humor que supo demostrar en otras épocas, quizás una de sus últimas imágenes made in Carlitos resultó alguna conferencia de prensa jugosa durante el Mundial de Sudáfrica, no tanto por las declaraciones, sino por la forma de ser de él, siempre con una sonrisa suelta y la gracia que lo caracteriza. Así lo conocimos. Dentro de la cancha, siempre se transforma. Es una fierra, el futbolista emblema de los Citizen a pesar del vínculo crítico que mantiene con Mancini, otrora amigo de Verón y muy permeable desde los inicios en Inter a traer argentinos a los planteles que dirige, detalle que vuelve extraño estas disidencias, aunque lógicamente en el juego de las relaciones humanas todo puede pasar. Una nacionalidad no modifica nada.
Y allí anda Tevez, diferente al que supo ser. Quizás la maduración profesional y también personal le permita observar de modo crítico lo que vive diariamente. Lo que es el fútbol, precisamente no un lecho de rosas, signado por leyes muy lejanas a lo que podemos considerar como ética. Posiblemente se haya cansado. Sabe que su carrera economónica está salvada. No futbolísticamente, donde interiormente debe reconocer que cuenta con tantas pero tantas posibilidades de seguir progresando. Ya anda la Casa Blanca viendo cómo traerlo. Tal vez esté con ganas de jugar un picado en el Fuerte y alejarse de toda responsabilidad. Está en su derecho, cómo no.
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2 comentarios:
Estas cosas son las que han impedido que Tévez sea un crack mundial. un abrazo.
Realmente es notorio el cambio, incluso desde la selección, donde podría notarse cierto aire competitivo con Messi (?).
Pueden verse también contradicciones. Carlitos juega al golf y tiene claro que ni loco vuelve a jugar en Argentina ("a menos que me lo pida mi viejo") pero extraña Fuerte Apache.
Creo que el mundo interior del fútbol está podrido como el del box y otros ámbitos. Pero sospecho que Carlitos se cree subvalorado deportivamente.
De alguna manera no deja de ser "hambre" de gloria. Pero los reclamos que rebotan mediáticamente pueden llegar a leerse de otra manera.
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